La brecha digital, de forma muy muy resumida, es el espacio que separa a las personas que saben utilizar las nuevas tecnologías de las que no, en el caso de las personas mayores existe un 70% de la población que se ha quedado atrás, no porque lo diga yo, sino que son los informes del instituto nacional de estadística, los motivos por los que existe esta brecha pueden ser tan dispares como por ejemplo: no tener los recursos necesarios para estar al día, porque esas personas no tienen un smartphone o porque no saben utilizarlo de la forma adecuada, bien por falta de conocimientos o bien porque la tecnología táctil no les favorece, entre otras situaciones.
Por eso, la idea que ha tenido un chico de 35 años de Burgos me parece muy atractiva para este grupo generacional, lo ha llamado el Yayagram y es un dispositivo cuyo objetivo nació, según cuenta el propio creador en su cuenta de Twitter, donde lanzó el producto, que le permitirá comunicarse con su abuela de más de 90 años sin que ella sepa, tenga ni necesite un smartphone.
El ingeniero, Manuel, quién publicó hace unas dos semanas el invento en Twitter con el que ha alcanzado más de 11 mil retweets y más de 31 mil likes ha desarrollado una caja con la que su abuela, podríamos decir que es una mezcla entre las chicas del cable y cualquier radioaficionado pueda hablar cómodamente con todos los nietos, el naming que ha utilizado no podía ser más acertado: EL YAYAGRAM, aunque el propio
En el caso de Manuel, el ingeniero informático, decidió hacerlo porque a su abuela le costaba mucho conectarse con las nuevas tecnologías, aunque utiliza el teléfono la mujer no oye demasiado bien, pero si que lee a la perfección, así que hoy, os vamos a hablar de Cómo funciona el yayagram.
¿En qué consiste?
Es una pequeña caja de mandos que tiene incorporado un micrófono y una impresora con papel térmico (el que nos dan en la mayoría de establecimientos cuando hacemos una compra). El yayagram tiene dos funciones por un lado: envía mensajes de voz por telegram al pulsar únicamente un botón y por otro, recibe mensajes desde telegram que se imprimen fisicamente.
Cómo se envían los mensajes
Al más puro estilo de «Las chicas del Cable» el abuelo o la abuela escogerá a que nieto o familiar con telegram quiere enviar el mensaje y colocará en la clavija correspondiente para poder comunicarse, una vez seleccionado el familiar pulsa un botón rojo, el cual tendrá que mantener pulsado mientras envía el mensaje que quiera hacerle llegar. Para confirmar que está haciéndolo bien, el abuelo o la abuela cuenta con 3 luces de colores que le indicarán si está encendido el dispositivo o no, si está o no conectado a Telegram o si estás o no grabando el mensaje de audio que se va a enviar.
Cómo se reciben los mensajes
En el otro supuesto, la recepción de los mensajes se basa en que cada vez que le escribes a la abuela o el abuelo de turno se imprimirá un ticket con el origen del mensaje, es decir, quién lo escribe y el mensaje en cuestión que ha enviado. Se hace de forma automática para que el abu o la abu puedan leerlo tranquilamente y sin problemas de la índole «¿qué botón debería haber pulsado?»
El buen gesto de Manuel: Comparto cómo lo fabrico para que cualquiera pueda fabricarse uno igual.
El yayagram no es un producto que, al menos de momento vaya a estar a la venta, ya que el propio creador ha decidido compartir las instrucciones sobre cómo se puede crear uno que funcione de la misma y con las mismas premisas, para que todo aquel que tenga alma constructora pueda fabricarse uno.
¿Qué nos hace falta?
Una raspberry pi, para los que no sepan es una placa de tamaño pequeño que nos puede servir para crear un ordenador, para aprender a programar o para crear pequeños proyectos de robótica o inteligencia artificial.
Conocer algo sobre el lenguaje de programación Python a través del cual programaríamos las acciones que queremos que el Yayagram lleve a cabo.
Unos cables de Jack, unos leds para ver el estado de cada paso, unos botones, un micro, algunos cables y muuuucha paciencia sobre todo, si eres de los míos que no sirve casi ni para montar los muebles del ikea.
Desde este nuestro blog sólo nos queda felicitar a Manu por tan grande invento y cómo ha conquistado los medios y a los twitteros del mundo. ¡Ojalá más gente así!