Desde hace unas semanas uno de los únicos temas de los que se habla es el CORONAVIRUS, mucha, demasiada información, sobre cómo debemos actuar, qué debemos hacer, el número de fallecidos y por supuesto, las noticias falsas y los memes…
Todo empezaba con una noticia muy alarmante, En china surgen XX casos de una enfermedad desconocida. El gobierno se pone las pilas y surgen las primeras informaciones: nadie sabe qué es, ni como funciona, hay un montón de casos y no se sabe cómo evolucionará.
Una de las primeras cosas que vimos, fue el vídeo de la construcción del hospital en china en tiempo récord, por entonces, sólo éramos espectadores de cómo una sociedad bastante alejada de nosotros tenía los recursos suficientes como para construir un enorme hospital.
Siendo espectadores todo parece más superfluo y comienzan los primeros memes con mensajes del tipo: «No compres en Aliexpress te puede llegar el Coronavirus» o «no compres en sitios regentados por chinos» y con ello, algunos cruzaron y mucho las líneas del racismo o la incitación al odio.
A la par, surgían las primeras conspiraciones y noticias falsas: «El virus ha sido creado para erradicar a parte de la población» esta teoría se fundamenta en un libro que hace 40 años escribió Dean R. Koontz y cuyo título era Los ojos de la oscuridad, trata sobre un arma biológica llamada Wuhan-4000.
Por otro lado, los bulos para evitar el contagio también se extendieron como parte de toda la información falsa que hemos tenido que tragarnos con remedios caseros como el uso del secador de pelo para deshacerse del virus.
Sólo recordaros que para obtener la información correcta debemos ir a las fuentes oficiales.
La tecnología para trabajar desde casa.
Al igual que las ferias o los eventos multitudinarios se cancelan, el número de trabajadores que deja de ir a la oficina todos los días se eleva exponencialmente a medida que se extiende el virus y el problema es que no estamos acostumbrados a ello y, en muchos casos, no están preparados tampoco para hacerlo desde casa.
Tanto es así, que el número de compra-ventas de portátiles y tablets de segunda mano ha crecido más de lo habitual, al mismo tiempo, los rankings de descarga de las aplicaciones más descargadas son las colaborativas, principalmente una china que lleva operando desde el 2018: DingTalk.
Al igual que en China, se está empezando a notar este ejercicio de teletrabajo desde más puntos geográficos, y por eso, vamos a mencionar algunas de las normas básicas para hacerlo bien.
El responsable de una aplicación muy sencilla para el teletrabajo, TeamViewer aseguró en una entrevista que le hicieron hace unos días que había recibido más llamadas en dos días que en la semana anterior de grandes empresas para instalar su aplicación como método de trabajo para sus equipos.
La herramienta en sí misma, necesita instalarse en el equipo principal del puesto de trabajo y desde otro dispositivo, podremos estar trabajando como si estuviéramos en la oficina.
Las reuniones:
Las videoconferencias pueden ser un problema sino tenemos un espacio adaptado para hacerlas. No hace falta que tengamos un despacho de diseño, pero sí que cuidemos el escenario y los detalles que nos rodean, por ejemplo, tener el tendal de nosotros con la ropa secándose, o ponernos en la cocina con los platos sucios de la comida…
También debemos cuidar nuestro aspecto, quizá si trabajamos desde casa podemos pensar, bueno, pues me quedo en pijama y empiezo a currar, pero no, y mucho menos si vamos a realizar una reunión online.
Uno de los inconvenientes que podríamos tener es que nos perdemos esas pausas para el café con los compañeros, una forma de mantenerse al día, es crear un chat profesional común en skype o whatsapp o la intranet con los compañeros del día (sin caer en los reenvíos de cadenas) charlar de los proyectos o de algunos hitos y, en parte, hacer equipo a través del chat.
Debemos tener en cuenta el tiempo que le vamos a dedicar a nuestro trabajo desde casa, por un lado existen los que encuentran la oportunidad de vaguear porque no hay nadie que les esté vigilando y en el lado opuesto, los que se comportan de forma demasiado responsable y le dedican más horas y esfuerzos que si estuvieran en las instalaciones de la empresa.
Tenemos que ser capaces de ponernos un horario y no confundir la flexibilidad con tener un horario. Sin embargo, la realidad es otra y es que, muchas empresas a pesar de ser internacionales y muy modernas no disponen de los recursos suficientes para que los trabajadores puedan desarrollar sus tareas desde cualquier punto con acceso a internet.
En definitiva, el coronavirus es un virus que no sólo nos está afectando a nivel sanitario sino también, está cambiando el concepto de que las redes sociales e internet sólo sirven para la publicación de noticias falsas, también permite adaptarnos a las circunstancias, en este caso, de adaptar nuestras rutinas laborales a unas más flexibles y fuera de la oficina.