La semana pasada La Radio es Mía, el programa de radio en el que colaboramos hacía una pregunta en Facebook:
Lo que me ha llevado a reflexionar por qué nos encontramos ante esta situación, la guerra entre el taxi y las VTC, aunque también la podríamos denominar «La guerra offline y la online» ¿Quién ganará la batalla?
¿Qué son las VTCs?
Las VTC, o lo que es lo mismo, las empresas de vehículo de transporte con conductor, han surgido y al hacerlo han revolucionado el mercado, por su inmediatez, su comodidad y sus precios competitivos. Cada vez que utilizo un servicio de estos les pregunto a los conductores por la situación y cada vez me asusta más, uno de ellos, me llegó a contar que cuando iba a recoger a un pasajero a una estación céntrica de Madrid, por poco, él y su ocupante no acabaron en el hospital.
Al parecer entró en uno de esos espacios en los que todos alguna vez hemos parado para recoger a alguien, el taxista de turno, empezó a chillarle, a golpearle el coche, a decirle que por qué estaba ahí, a insultarle…asustado pidió perdón a su pasajero quién muy tranquilo le respondió, algo había leído en los medios de comunicación, pero no me imaginaba que fuera para tanto la presión que os hacen…¡me quedé de piedra! ¿por qué necesitamos la violencia para reclamar lo que creemos que es nuestro?
¿Por qué una guerra de lo online vs lo offline?
Bueno a lo que voy, que los temas políticos los dejo para quién le gusten…Estaba diciendo que podríamos entender como una guerra online y offline, los taxistas, hasta hace más bien poco, tenían un sistema para llamarlos bastante offline, o te los encontrabas por la calle y levantas la mano al grito de ¡Taxi! o les llamas por teléfono para que estén en un dirección concreta. Y aunque sí, han creado aplicaciones que permiten reservar un taxi, todavía les queda mucho desarrollo para alcanzar a las de VTC.
¿En qué se diferencian?
Rapidez, inmediatez, comodidad
Éstas aplicaciones son rápidas, sencillas de manejar, conectadas a las tarjetas de crédito que nos permiten pedir un vehículo para que nos recoja en algún lugar a una hora concreta, a lo que además, hay que sumarle, las ventajosas promociones de marketing relacional, si traes a un amigo te hacemos un descuento, por ejemplo.
El precio
Una de las diferencias por las que está creciendo el uso de las VTC es que creemos que tienen un coste inferior que el taxi, y cómo todo, depende en qué momento y para qué trayecto. Te dice cuanto tarda en llegar el vehículo, ves la cara del chofer y te muestra en un mapa el número de kms y la ruta aproximada.
Las VTCs te dan el precio según el número de km, y ese precio oscila entre la demanda en el momento o las distintas circunstancias. Un ejemplo de que no siempre es más económico que el taxi es que ver lo que ha ocurrido estos días debido a la huelga de taxi, y es que los usuarios se quejan de las subidas de precio. Mientras que los taxis, haya otros servicios o no, mantienen el precio de sus trayectos, regulado por el taxímetro. La incertidumbre del precio es algo que no nos gusta tener que afrontar, vas en el taxi, pensando, ¡ojalá pase el semáforo en ámbar! ¿no puede ir más rápido? parece que va lento a propósito…y otras perlas.
El cuidado del cliente
Escoger un servicio u otro debería ser una elección personal, y si bien es cierto que a nadie le gusta tener competencia, hay que saber adaptarse a los tiempos y a la sociedad. Como usuarios de servicios de transporte buscamos: comodidad, limpieza, precio y atención, algo que las empresas VTC han sabido reforzar, por un lado, los conductores tienen que ir impecables, nada de pantalones cortos o camisetas de tirantes, y además, te ofrecen o un zumito o un botellín de agua.
La discreción
Una ventaja que le podemos ver a los taxis frente a las VTCs es la discreción, no dejamos ningún tipo de registro sobre nuestros trayectos porque no queda registrado en ninguna aplicación dónde hemos ido, a qué hora y desde dónde. Así como la inmediatez, necesito un taxi, bajo a la calle, y el primero que pase para mí. Y que además es una de las medidas que proponen los taxistas, que para solicitar un servicio como Uber o Cabify se haga con, al menos, una hora de antelación.
La imagen profesional
Las VTCs han sabido mejorar la imagen del profesional, el precio «justo» de los trayectos y la amabilidad de los conductores. Convirtiéndose en una amenaza fuerte para los taxistas, quiénes hasta hace muy poco, además tenían una imagen bastante mala, generaba desconfianza entre los turistas o los que iban a una gran ciudad que no conocían por miedo a que les hicieran un recorrido turístico no deseado.
La convivencia
En una sociedad que se esfuerza en sincronizar la vida real con la actividad en internet, debemos fijar pautas y comportamientos que nos ayuden a convivir sin perder la esencia, sin perder las relaciones y adaptándonos a las innovaciones. Y aunque cada sector, pide o reclama lo que cree que le corresponde, los gobiernos, la sociedad y los profesionales tendrán que buscar puntos intermedios en los que convivan los mismos servicios cada uno con sus matices, y en este caso, del transporte urbano es muy necesario, dados los volúmenes de contaminación que estamos alcanzado.