El final del curso está muy próximo, los últimos exámenes, las despedidas en el cole o las fiestas marcan el inicio de un verano, de las vacaciones y de las solicitudes de los más pequeños a sus padres del estilo: Quiero un móvil, déjame salir de noche o ¿puedo ir a pasar el finde con? y el que nos compete hoy, es el relativo a los móviles.
La media de edad a la que los niños tienen teléfonos móviles es de unos 9-10 años, ha disminuido bastante de años anteriores en los que la media era de 12 años. El darle un móvil a un menor no puede ser la consecuencia a «ESTOY CANSAD@ DE DEJARLE EL MÍO», porque si lo hacemos porque no tenemos a nuestra disposición el nuestro, es que seguramente tampoco nos vayamos a preocupar de los sitios a los que accede o las aplicaciones que se descarga y el uso que se les da.
Algunos padres, con niños de edades entre los 9 y 11 años me preguntaron la semana pasada, ¿Si le doy un móvil a mis hijos, puedo saber en todo momento dónde están? La respuesta es un SÍ rotundo, a la que además alguien que quiera tener el control del móvil de su hijo, al menos, hasta que tenga la madurez suficiente como para utilizarlo con sentido común y responsabilidad, puede saber exactamente las páginas web que ha utilizado o incluso los mensajes instantáneos que intercambia con sus amigos o desconocidos.
Apps para solucionar problemas
Una de las ventajas para que los niños tengan un móvil es que, teniendo en cuenta que la mayoría de padres no disponen de los 3 meses de vacaciones de sus hijos, es una forma de ponerse en contacto con sus hijos o saber si están bien. Lo más probable es que sí. Sé que muchos, sobre todo los inmigrantes digitales (los que han tenido que adaptarse a base de esfuerzo, personas de 50 años o más estén pensando en y ¿cómo nos arreglábamos antes? De acuerdo, pero igual que para ellos ha mejorado la comunicación con sus clientes por el mail o el whatsapp, también tienen que entender que lo de jugar en la calle debajo de casa, ha pasado, por desgracia a la historia, las ciudades han crecido, el volumen de tráfico es casi infinito, y por eso, deberían cambiar la pregunta hacia ¿Y si se pierde y no sabe volver a casa? Con un móvil y el conocimiento de alguna app de mapas podrá trazar una ruta de regreso o llamar por teléfono a sus padres, o enviarles la ubicación a través de whatsapp…entre otros
Uno de los problemas de darle un móvil a un niño es que quizá la pereza o la vergüenza para hablar con sus padres delante de sus amigos haga que no responda, preocupando a los padres porque pueden pensar que les ha pasado algo, una forma de evitarlo es con una app desde la que el padre o la madre puede bloquear el teléfono de su hijo, de tal forma que sólo podría usarlo para llamar a emergencias y, la forma de desbloquearlo sería devolver la llamada que no respondió. Esta aplicación se llama «Ignore No More!» y aunque tiene un coste de casi 7€ creo que es una solución para que los más pequeños se acostumbren a responder a la llamada de sus padres.
Otra de las cosas que pueden preocupar a los padres es dónde están sus hijos o más que dónde están que no vayan a sitios en los que no deben, pero como para casi todo hoy en día, existe una aplicación, se trata de «Find My Kids» que además de registrar los sitios en los que ha estado, se pueden añadir limites geográficos para que envíen una notificación si salen del área establecida.
Y por último, una aplicación más completa que permite controlar TODA la actividad del menor en su teléfono, se llama TeenSafe y permite incluso borrar contenido, ver las llamadas entrantes o salientes, la actividad que realiza su hijo en redes sociales o las ubicaciones en las que se encuentra.
Educación y enseñanza
Si hemos accedido a darle un móvil a nuestros hijos pequeños, tendremos que pararnos en más de una ocasión con ellos, para explicarles no cómo funcionan las apps sino, ¿cómo deben utilizarlas? Seguramente manejen YouTube con la gorra, sepan encontrar información más rápido que los padres, pero les falta la experiencia, el sentido de la responsabilidad, el de la intimidad, valores que los padres deberán inculcar a su hijo a través del uso de determinadas aplicaciones para educarles con el móvil también.
Por muchas aplicaciones que existan para «controlar» lo que hacen los menores, lo mejor es que confíen en los padres y les escuchen y para ello, la opción más apropiada es darles autonomía con el móvil poco a poco, al principio unas horas determinadas, después cuándo salgan a la calle con los padres, y así, sucesivamente hasta que consigan hacerse responsables a base de la orientación que le dan los padres, sin olvidar que los padres son los primeros que deben predicar con el ejemplo.