Los padres y las redes sociales en el nacimiento
Hoy en día los niños más que con un pan debajo del brazo vienen con un móvil o con su presencia en las redes sociales, desde que los padres (que ya están enganchados en las redes sociales) comparten con todos sus amigos el primer momento, el que el predictor marca que la pareja está embarazada, a partir de ahí comienza la subida paulatina de la evolución del embarazo hasta el día del parto y los primeros pasos.
Muchos lo hacen porque les hace ilusión, otros porque además quieren conseguir más y más likes en sus redes sociales y en muchas ocasiones no aprecian que subir información de sus hijos podrían invadir y atentar la privacidad e intimidad de sus propios hijos, por eso es recomendable que si vas a utilizar alguna foto de tu hijo, añadas un monigote o un emoticono en la cara del niño, más cuándo la gran mayoría de los usuarios de las redes sociales no conocen las políticas de privacidad o cómo está configurado el perfil y la visibilidad que puede tener lo que publicamos.
Los más adelantados en el uso de las redes sociales buscan el nombre que le pondrán a sus hijos en función de la disponibilidad del mismo en las redes sociales o mails, crean perfiles a sus hijos antes de nacer, el argumento que muchos de ellos ofrecen es que podrían tener problemas a futuro de disponibilidad del nick o nombre de sus hijos en las redes sociales.
Los padres y las redes sociales con hijos en edad escolar
Cuándo los niños se van haciendo mayores y comienzan la época escolar, los corrillos a la puerta del cole se amplifican a los grupos de Whatsapp o los grupos en otras redes sociales. Y lo que parecía que iba a ser un grupo para compartir información, acaba convirtiéndose en un grupo que critica a los profesores o que parece el secretariado del alumno o con discusiones innecesarias de política entre los padres. La tendencia de uso del grupo es consultar a los otros padres qué deberes tienen que hacer los niños o cuándo era el día de la excursión, esto lo que provoca es que los niños no aprendan a organizarse y a que se lo den todo hecho.
Muchos padres demuestran tener una confianza ciega en los miembros del grupo, por ejemplo que en el grupo del cole aparece que al día siguiente los niños tendrán un examen, tu hijo te está diciendo que no, que la profesora no dijo nada y sin embargo le dices, tu estúdialo y prepáralo que mañana tienes examen, al dia siguiente cuándo el padre o madre va a recoger a su hijo, éste le dice que no hubo examen ¿Entonces qué puedes hacer? confiar en tu hijo, aunque también tener precaución con quién envía la información o incluso salirte del grupo.
Salirle de un grupo
Salirse de un grupo de Whatsapp no es fácil, ya no sólo en los grupos de padres, sino en todos en general, es cómo si te sintieras en la obligación de dar algún tipo de explicación de por qué no quieres estar en el grupo en cuestión. Lo más práctico es silenciar el grupo, la mayoría de las personas, en momento que les incluyen en uno, lo silencian durante el máximo período posible, 1 año. De tal forma, que en los momentos álgidos de la conversación, no estará molestando si estamos realizando otra actividad, por ejemplo trabajar.
Una vez silenciado ni nos consume datos ni batería, podremos leer o no lo que hayan puesto cuando abramos la conversación sin haber recibido de una notificación. Aunque si el grupo es el típico que se ha creado para un cumpleaños, podemos decir, «gracias por la fiesta, nos lo hemos pasado muy bien» y salirse, pues el grupo ya no tiene el mismo sentido una vez realizada la celebración.
Los padres y las redes sociales, el niño se convierte en adolescente
Por último cuando el niño crece, y decides que tenga un móvil para las emergencias, al igual que tu porque te ha visto utilizarlo, lo creará con sus amigos, no habrá un moderador, tu serás quién tiene que controlar cómo lo utiliza y sobretodo enseñarle cómo lo tiene que usar. Indícale que no debe mandar fotos, que su privacidad es muy importante, acotar el tiempo de uso del móvil y revisar cada cierto tiempo el historial de búsqueda o las aplicaciones que tienen descargadas, y esto por lo menos se tendrá que hacer hasta que el niño se haga mayor y responsable, y en eso cada padre, sabe cuándo lo podrá hacer, no hay una edad concreta, pues cada uno es como es.
Y los profesores ¿también tienen grupos de whatsapp?
En el lado opuesto están los grupos de profesores que también los hay, en los que entre otras cosas, a veces, comentan su opinión sobre las familias, acabó saliendo a la luz, como casi todo y la directora fue la que tuvo que asumir la directora del centro, que fue despedida. ¿Quién tenía la culpa? ¿la directora conocía si esto estaba ocurriendo? ¿Se puede hacer responsable de las opiniones de terceros? En fin, el uso de las redes sociales debe hacerse con sentido común y sentido del ridículo para evitar tener problemas, tanto en el uso que le dan los padres, como el que irán aprendiendo y luego pondrán en práctica lo hijos.