En los últimos años la estampa que más vemos entre los círculos de amigos es la conexión y dependencia de los dispositivos inteligentes que nos acompañan a todos los sitios, los móviles o smartphones y las tabletas entre otros. En más de una ocasión te habrás quedado con la palabra en la boca porque la persona con la que estás hablando se pone a mirar el móvil. Además de ser una falta de educación a más de uno pone los nervios a funcionar y pueden comenzar más de una discusión por el uso del móvil mientras estamos manteniendo una conversación.
La dependencia del móvil.
Existen estudios de todo tipo sobre el uso y comportamiento de las personas con relación al smartphone. Se dice que en España miramos el móvil unas 150 veces al día de las cuales no siempre es porque haya una notificación, más bien, porque pensamos que podría haberla y nuestro teléfono no avisó. Ganamos en dependencia y perdemos mucho en educación.
Algunos incluso tienen el síndrome de la vibración fantasma, que se produce cuando creemos que nos ha vibrado el móvil y en realidad no ha ocurrido, esto se debe a la ansiedad que tenemos para recibir alguna notificación o información importante.
Ir a una reunión y estar más pendiente del móvil que de la persona con la que estás hablando puede decir varias cosas: que no le interesa lo que estás contando. Que ha llamado a su jefe para que le vaya diciendo su opinión, tu hablas, el jefe escucha y escribe por whatsapp y el que tienes enfrente hace de plasma. Que tenga algún problema con otra cosa. La cuestión no es porque lo hacemos, sino por qué no somos capaces de cortar esa conversación y decirle a la persona que mira más al móvil que a ti, «Me piro, ahí te quedas con tu móvil y con tu vida».
¿Qué es phubbing?
El phubbing no es más que el uso de un teléfono mientras estamos con otras personas, es un término que se acuñó en el 2007 y que cada día es más habitual y aunque podríamos luchar contra esta actitud la realidad es otra, nos estamos convirtiendo en adictos al móvil. Proviene de los términos en inglés phone (teléfono) y snubbing (despreciar) y es la acción de despreciar a alguien en pro del uso de alguna tecnología, puede ser el móvil, la tableta e incluso, si nos apuras la televisión.
Cómo evitar el phubbing
Ya os comentamos hace tiempo que en algunos restaurantes disponen de cestas encima de la mesa y en ellas los comensales deben dejar sus teléfonos durante toda la cena o comida, el que primero lo haga paga. Es una forma bastante divertida para evitar pasar de las personas con las que estamos alrededor.
El modo No molestar:
Lo más interesante es ponerse retos diarios, para evitar caer en la tentación, por ejemplo, a partir de una hora concreta, una hora antes de irnos a dormir, poner el móvil en «modo no molestar» hasta pasada una hora de levantarnos, evitaremos generar un estrés innecesario en busca de las notificaciones que se hayan producido.
En las vacaciones
Si nos vamos de vacaciones seguramente pasemos más del móvil, salvo que sean un coñazo y sea lo único que podamos utilizar para entretenernos (tendremos un problema ya no por el móvil sino por quién seleccionamos que nos acompañe de viaje). El móvil está claro que tiene muchísimas más ventajas que desventajas, dependerá del uso que le demos según lo que estemos haciendo o si no somos capaces de desconectar unas horas, unos días o incluso unas semanas.
Haz de tu viaje una aventura
Una opción también para las vacaciones, porque en el trabajo no sería operativo, es dejarnos perder, es decir, en vez de buscar toda toda la información ante la planificación que puede suponer un viaje, ¿Cómo se arregló Willy Fog para dar la vuelta al mundo? Preguntando a personas, conversando y conociendo gente o costumbres que le enriquecerían.
Vacaciones ¿sin móvil?
Se empieza a poner de moda las vacaciones de desconexión, en lugares remotos de la naturaleza dónde aunque queramos no tendremos cobertura para poder mirar las notificaciones o publicar nuevo contenido. Si además tenemos que utilizar, por nuestro trabajo principalmente, dos teléfonos la dependencia puede ser mayor, pues además de nuestro contenido personal, también estaremos pendientes del contenido que se genera en el móvil de empresa.
En definitiva, usar el móvil es bien, depender del teléfono ya no tanto, úsalo con cabeza y aprende a desconectar, sobre todo sino quieres que te tomen por un imbécil que no sabe mantener una conversación sin mirar al móvil porque lo que hay detrás de ¿la pantalla es más importante que tú?
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