Si algo que estamos deseando de las vacaciones es posturear de los sitios a los que nos vamos o cómo disfrutamos de los días de descanso como los que vienen en una semanita con la más Santa de todas y en este puente largo, de 3 o 4 días para los más afortunados muchos se irán, otros se quedarán, pero todos los que compartimos contenido de forma habitual en las redes sociales vamos a contar qué estamos haciendo.
Ya solo por el hecho de tener más tiempo libre, nos permitimos hacer más publicaciones y no siempre son verdad las que se generan, solo por el hecho de querer estar en el centro de likes y las envidias de las más modernas: los hay que utilizan salchichas con el fondo de una playita para mostrar que están disfrutando de la vitamina C, otros aprovechan la taza del WC suelta para, también con un fondo de pantalla, hacer como que están en un avión sobrevolando su destino por unos días.
¿Por qué hay gente que tiene esa necesidad de impresionar a los demás?
Nos gusta gustar, tener el reconocimiento de nuestros amigos y lo uqe antes pasaba por ser al primero que escogían en el recreo para hacer un deporte, ahora se ha convertido en cuántos me dan más me gusta o interacciones en la publicación. Tenemos las herramientas y el tiempo, sobretodo en épocas de vacaciones para generar nuevos contenidos. Sabemos, porque así nos han enseñado los que más likes consiguen que mostrar o intentar mostrar una vida tirando a idílica puede tener más repercusión que si estoy tirado en la cama y todos los días subo una imagen desde ella con el fondo de un magazine matinal…
De esta forma, podríamos definir que nace el postureo en redes sociales y, si mi apuráis, en el resto de entornos de la vida, y que consiste en crear contenido de forma específica para proyectar una imagen determinada de uno mismo, muchas veces de manera exagerada y poco auténtica, con el fin de impresionar o influir en los demás. Algunos ejemplos comunes de postureo en redes sociales incluyen:
- Fotos cuidadosamente seleccionadas: Las personas suelen publicar fotos que muestran solo los aspectos más positivos de sus vidas, como momentos de diversión, viajes lujosos, logros profesionales o relaciones románticas, mientras omiten los momentos menos glamurosos o difíciles.
- Productos y marcas de lujo: El postureo puede incluir la exhibición de productos de alta gama, marcas de moda exclusivas o experiencias lujosas con el fin de demostrar estatus social o éxito financiero.
- Citas motivacionales o reflexivas: Algunas personas comparten citas inspiradoras o reflexiones profundas en sus publicaciones para proyectar una imagen de sabiduría, positividad o superación personal.
- Cuerpos y apariencia física idealizados: En plataformas como Instagram, el postureo también puede manifestarse a través de la publicación de fotos que resalten la apariencia física, la forma del cuerpo o el estilo de vida saludable, a menudo utilizando filtros o edición de imágenes para mejorar la imagen.
El postureo en redes sociales puede tener varios efectos, tanto positivos como negativos:
- Impacto positivo: Puede motivar e inspirar a otros, generar conexiones sociales y proporcionar una plataforma para compartir logros y experiencias positivas.
- Impacto negativo: Sin embargo, el postureo también puede contribuir a sentimientos de inseguridad, insatisfacción corporal, envidia y comparación social. Además, puede distorsionar la realidad y crear expectativas poco realistas sobre la vida y las relaciones.
En última instancia, es importante recordar que las redes sociales ofrecen solo una ventana parcial a la vida de las personas y que la autenticidad y la honestidad son valores fundamentales en la comunicación en línea. Es crucial reconocer que nadie tiene una vida perfecta todo el tiempo y aprender a valorar la autenticidad sobre la imagen cuidadosamente construida en las redes sociales.
Quizá sea uno de los problemas más habituales en las redes sociales y es querer tener y tener más likes y más seguidores. Hemos venido creciendo como usuarios diarios de las redes sociales viendo cómo algunos que publican y comparten sus vidas, sus viajes o a sus hijos, han ido ganando también en beneficio económico hasta llegar a vivir muy bien a lo largo de los últimos años o meses. El problema, es que pensamos que si lo hacemos nosotros, a lo cutre o no, también vamos a obtener los mismos resultados que otros creadores de contenido. En muchas ocasiones, creen que las redes sociales es llegar y hacer un par de viajes y solucionado. Nada más lejos de la realidad, esta gente que se gana la vida en las redes sociales tienen y necesitan estar en constante creación de contenidos, en búsqueda de nuevas ideas o colaboraciones que les permitan seguir comiendo día tras día.