Hoy vamos a charlar sobre el tipo de «amigos» que hacemos en las redes sociales, aunque quizá deberíamos tener claro en qué redes sociales tenemos presencia y con qué tipo de contenido para pasar a plantearnos si deberíamos conectar o no con nuestro equipo de trabajo. Si tus redes sociales son principalmente profesionales, estoy segura de que no importará si te conectas o no con él, o con cualquier otro que pueda ir viendo tus logros, ahora, si nos vamos a redes sociales más personales como pueden ser Instagram, TikTok o Snapchat lo mejor es que te hagas una serie de preguntas previas para conectar con tu jefe.
Debemos tener en cuenta que decidir si aceptar o no a nuestro jefe en las redes sociales es un dilema que va más allá de la pantalla y de las propias redes ya que sea cual sea nuestra motivación tiene ventajas y desventajas. Lo primero que debemos considerar es que puede haber una mayor comprensión mutua por la transparencia que puede tener, el hecho de darle a conocer aspectos de nuestra rutina fuera de la oficina o de nuestro puesto de trabajo pueden contribuir a un clima laboral más cercano y colaborativo, siempre y cuando haya empatía y se puedan fortalecer los lazos profesionales.
Ahora bien, la frontera entre lo personal y profesional podría llegar a borrarse y la exposición constante en la vida personal y digital podría generar otro tipo de presiones por parte de nuestro superior e, incluso, llegar a autocensurarnos por el contenido que hacemos. Esa autocensura que va más allá de «uy no voy a subir esta foto porque salgo con los ojos rojos» podría convertirse en una barrera que limita la autenticidad y la creatividad, simplemente por el hecho de no saber y dudar sobre un contenido concreto y lo que le parecerá a nuestro jefe. También, esa autocensura viene por los comentarios que podrían generar, ya no sólo en las publicaciones que hacemos, sino en los corrillos de la oficina, por ejemplo.
También debemos tener en cuenta los hábitos de la sociedad, estamos más que acostumbrados a crear contenidos para las redes sociales, tanto profesionales como en las personales, chorradas, como a mostrar nuestros sentimientos más escondidos.
Así que, en este contexto de lo que nos podría pasar o no y de cómo la rutina nos «obliga» a crear contenidos vamos a analizar cuáles son los pros y contras de aceptar a nuestros jefes en las redes sociales.
¿Qué relación tienes con tu jefe?
Lo primero que debemos pensar es el tipo de relación que tenemos o la que queremos tener. Solo nosotros mismos somos capaces de evaluar qué tipo de relación que tenemos o queremos tener con nuestros jefes, una cuestión importante, ya que desde nuestro primer empleo nos va quedando claro que, normalmente, son jerarquías. Aunque si tienes una relación cercana podría amplificar y fortaleces esa unión o esos lazos. Si la relación es más bien formal, lo mejor es mantenerlo lejos.
¿Qué contenido compartes de forma habitual?
Si las publicaciones que haces son principalmente personales, viajes, eventos familiares, intereses personales o hobbys lo más probable es que no te cause ningún problema ni incoveniente, ahora bien, si el contenido que publicas está más relaciones con los temas tabús de cualquier trabajo: política, religión o fútbol lo mejor, es que lo dejes pasar, porque podría ocasionarte algún que otro prejuicio, e incluso, despido por no ir acorde a la filosofía de la empresa.
¿Tu empresa tiene una política de empresa en relación a la interacciones?
Hay empresas medianas y grandes que crean manuales de comportamiento para sus empleados en las redes sociales, les dan mucha importancia al tipo de contenidos, a las relaciones entre empleados y superiores como por ejemplo, evitar esas relaciones. Estos manuales cada vez son más frecuentes y es que, el nombre de las personas qeu trabajan en la empresa y lo que hacen está relacionado.
No es la primera vez que, alguien en un furgoneta serigrafiada tiene un comportamiento poco habitual en la carretera y algunos conductores que lo han visto, han llamado a sus empresas para decírselo. Las consecuencias pueden ser tan diferentes como grave sea la infracción o la tolerancia a ellas que tenga la propia empresa.
Privacidad y Seguridad
Hoy en día, podemos configurar un montón de aspectos de nuestras redes sociales que se corresponden con quién ve qué tipo de contenido, así que puedes optar por crear listas de amigos más abiertas o cerradas en función del tipo de contenido que vayas a compartir.
Impacto en tu carrera profesional
Este aspecto está muy relacionado con el primer item del que hablamos en esta entrada y es que, debemos pensar en si podría llegar a afectar a la forma en la que se percibe nuestro trabajo, a un ascenso o, incluso, un cambio de puesto. Debemos considerar que ya no es solo la relación entre jefe y trabajador, también lo van a ver otras personas.
Imagínate, por ejemplo, que un reclutador que está investigando quién eres en las redes sociales ve que tienes una relación con tus superiores en las redes y, que además, es una relación con interacciones o felicitaciones por tu trabajo…pues seguramente que sume puntos a la candidatura. Aunque, por otro lado, puede que estés buscando un nuevo trabajo, que en tu empresa actual no lo sepan y añadas a una o dos personas de la neuva empresa antes de comunicarlo de forma oficial en tu puesto, pues…podría suponer un problema, ya que tus jefes imbéciles no creo que sean y se fijarán no sólo en qué compartes sino a quiénes tienes o añades en tus vínculos.
En definitiva, ¿debería tener a un jefe en las redes sociales?
Como ves la respuesta es DEPENDE, y no, no me he hecho fan de Jarabe de Palo, sino que hay varios y distintos factores que debemos analizar antes de decidir si quiero o no, tener a mi jefe en las redes sociales, empezando por la más básica que bajo mi punto de vista es: ¿quiero tenerle en rrss?