Tómate un respiro, tómate un kitkat…jajaja no, no venimos a hablar de chocolatinas pero sí de tomarnos un respiro, de pasar un poco menos de tiempo en las redes sociales, de vivir fuera de las pantallas. La idea a priori parece sencilla, la red social instagram invitará a los usuarios a tomarse un respiro después de varios minutos, los que escojan, visitando y viendo contenido en la red social.
El tiempo que podremos configurar en la app será de 10, 20 o 30 minutos en los que una vez hayan pasado Instagram nos mandará un aviso diciendo que hemos superado el limite fijado de la app, que es mejor que nos tomemos un tiempo libre fuera de la aplicación. La alternativa una vez que nos salte el aviso serán diferentes propuestas como por ejemplo: hacer ejercicios de respiración profunda, poner por escrito nuestros pensamientos, escuchar una canción o simplemente hacer las tareas pendientes.
Si bien, aunque la iniciativa está muy bien pensada, dudo que alguien que esté echando un vistazo a las redes sociales, pongamos un domingo por la tarde, deje de mirar las prendas de las influencers o los puntos más emblemáticos de los encuentros deportivos para ponerse a ordenar el trastero…pero bueno, por algo tenemos que empezar.
¿Por qué es necesario que las aplicaciones nos recuerden que necesitamos desconectar?
No sé si os pasado, a mí hasta antes de ser madre me pasaba a menudo, me quedaba embobada mirando los nuevos vídeos, sobre todo de TikTok, uno detrás de otro, sin control…de repente miraba el reloj y ¡púm! una hora que había pasado. Si le pasa a un adulto con total conocimiento de causa de lo que implican las redes sociales ¿Cómo no le va a ocurrir a un adolescente?
La idea para que la aplicación nos avise que estamos mucho tiempo no es nueva, para Instagram sí, y por eso hoy estamos hablando de ello. Podíamos tener acceso a la información con el tiempo que hemos pasado en sus redes sociales y en el caso de Facebook seleccionar que nos avise una vez que hemos superado el límite que nos habíamos fijado previamente.
El problema no es estar en redes sociales, sino disfrutar de ellas y sus contenidos sin dejar a un lado a nuestros amigos o familiares, de hecho hace poco la Universidad de Michigan sacó un estudio en el que habían analizado a un montón de jóvenes y estaban más enfadados aquellos quiénes pasaban más tiempo con las redes sociales que con las familias, a diferencia de quiénes hablaban con familiares y amigos que mostraban mucho mejor humor.
Quizá esta medida que nos propone alternativas está bien pensada, sin embargo, tendremos que cumplir con los objetivos que nos ponemos ya que puede que nos pase con algunas series que te dices, nada este capítulo y paso el aspirador, o este y a la cama…en Netflix por ejemplo, te pregunta después de un tiempo ¿sigues ahí?
¿Es la única medida que hacen en las redes sociales para no viciarnos?
Ni mucho menos, cada poco tiempo, para hacer una especie de lavado de cara suelen comentar medidas, las prueban y luego deciden si las implementan o no, por ejemplo, hace un par de años. En esa ocasión se empezó a hablar de una de las cosas más peligrosas que pueden generar las redes sociales y es la dependencia de ellas en el sentido del número de likes o los comentarios que recibimos. Son muchas las personas jóvenes a las que se les pregunta, ¡Qué quieres ser de mayor!? y que responde ¡¡influencer!! ya lo hemos comentado alguna vez, sólo están en el top los más top (por suerte, por contenido, por publicidad o lo que sea) son los celebrities y no todos podemos llegar a serlo.
En ese intento de querer tener influencia y seguidores que les admiren muchos jóvenes se desesperan buscando contenidos llamativos, contenidos en los que a veces, ponen en riesgo sus vidas. Si además añadimos que una vez que están publicados se obsesionan por conseguir likes y comentarios para poder prostituirse a algunas marcas, quiénes en el mejor de los casos les darán alguna muestra gratuita.
Y es donde comienzan los problemas, sobretodo, psicológicos, de ahí surgió la idea de camuflar todos los likes en las publicaciones, por un lado, para no obsesionarse con el número de ellos que tienen las publicaciones, y por otro, no sentirnos obligados a dar like porque otros amigos lo hayan hecho.
En definitiva, las redes sociales pueden ser un canal más de información dependerá de nosotros y nuestro sentido común el poder aprovecharlas o no de la manera más eficiente y sana. Y eso va a depender de las personas o marcas a las que sigamos, del tiempo que pasemos en las redes sociales o de tomarnos para qué son las redes sociales.
Que las redes sociales puedan contribuir a mejorar los hábitos que hemos ido generando siempre será un plus, aunque de quiénes va a depender única y exclusivamente es de nosotros mismos.