Desde hace un mes estamos confinados eso significa que la mayor parte de nosotros ha elevado el número de videollamadas, llamadas, mensajes de WhatsApp y otro tipo de aplicaciones que nos permiten estar en contacto.
Las estadísticas son muy obvias, hemos incrementado considerablemente nuestra presencia en internet: en las redes sociales, en la mensajería instantánea, hemos hecho muchas más videollamadas a través de aplicaciones que ya teníamos instaladas, hemos creado nuevas cuentas en aplicaciones que ya existían, pero que no nos hacían falta…en definitiva nos hemos hecho mucho más digitales de lo que éramos hasta ahora.
Sin embargo, el crecimiento de la tecnología y las redes sociales también propicia un escenario complejo relativo a la información y a la falsa información. Y es que existe una sensación de censura constante, no sólo por las noticias falsas, sino tal y como exponen profesionales de la comunicación en sus perfiles, también en cierto modo en los medios de comunicación.
Como sabréis este fin de semana la noticia que más «ha rulado» por ahí es que WhatsApp nos está censurando, ante lo que muchos han decidido comentar que es en colaboración con el gobierno.
WhatsApp ya había modificado este aspecto a finales de enero de este año, tras haberlo probado en India, tras unas polémicas reyertas que se habrían iniciado tras el envío de información masiva a través de la aplicación de mensajería instantánea y pasó, de permitir el reenvío de 20 mensajes a tan sólo 5, ahora lo ha restringido a uno sólo y, en el caso de que el mensaje que vamos a reenviar sea de los considerados «altamente reenviado».

Para la tranquilidad de todos, comentar, que es independiente del contenido da igual que estemos poniendo a caldo al Gobierno que estemos hablando sobre qué nos pondremos cuando salgamos del confinamiento.
Las instituciones también se pusieron las pilas y continuaron con la intención de concienciar sobre los peligros de las noticias falsas o la importancia de revisar las fuentes y acudir a las oficiales para obtener de primera mano la información, de forma más contundente que hasta ahora.
También se sabe que esta medida ha hecho que se disminuya el envío masivo de las noticias falsas un 25% en esta aplicación. Es un filtro que aunque parezca duro y demasiado restrictivo, en cierto modo, es necesario, somos muy pesados intentando ser los primeros en informar a nuestros contactos sobre una noticia, y esa necesidad de ser los primeros, provoca muchas veces que, ni comprobemos la fuente.
A mayores, las plataformas sociales se están uniendo a diferentes medios de comunicación que ayudan a detectar las noticias falsas, el funcionamiento es bastante sencillo, ya que cada vez, existen más formas de notificar en las redes sociales la posibilidad de que sea una noticia falsa.
Tanto las plataformas como los buscadores crean sistemas que evitan la propagación de este tipo de desinformaciones, en este caso, de WhatsApp una de las pocas medidas es controlar los mensajes que se han reenviado muchas veces, aunque no accedan al contenido, si acceden al tráfico de datos lo que significa que pueden detectar diferentes picos de actividad en cierto mensaje o contenido.
Lo que está claro, es que esta situación excepcional nos está ayudando a generar nuevas formas de comunicación y adaptar las que ya teníamos, sin embargo, hay que estar alerta sobre qué compartimos o quién nos manda un mensaje.
Frente a estos bulos la app que ha crecido de una forma espectacular es Telegram, muchos ya lo tenían instalado desde hace tiempo, y es que desde que nació se proclamó como el principal competidor de WhatsApp, aunque obviamente, tiene algunas diferencias fundamentales, como la creación de listas de difusión muy numerosas, tanto es así, que algunos partidos políticos, lo están utilizando de forma muy activa para dar mensajes (erróneos o no, no voy a entrar en esto), pero algunos si han aprovechado el bulo de whatsapp para tener nuevos adeptos en su lista de difusión de la aplicación.
Está siendo una de las aplicaciones más descargadas de este confinamiento, junto a TikTok que continúa siendo la primera en las tiendas de aplicaciones.
En definitiva, aunque parezca que WhatsApp nos lee y observa, y puede que lo haga, en esta ocasión no accede al contenido, sino al volumen de veces que se comparte. Y que debemos ser responsables,