El testamento es un papel que expone que dejamos a quién cuando nos morimos, sin embargo con el auge de las redes sociales y de internet, estamos generando una huella digital por la que, en cierto modo, también nos tengamos que ocupar una vez que ya no estemos vivos. Desde que se han producido los cambios en las políticas de protección de datos, se ha recogido también la opción de incluir en nuestro testamento lo que va a pasar con nuestras redes sociales, con la información que tenemos en la nube o los distintos servicios.
Una persona de confianza, un contacto de legado para gestionar
Al igual que para el tema bancario hace falta alguien autorizado para cancelar o recuperar el dinero de la cuenta del fallecido, con esta información post-vida también pasaría algo similar, debemos autorizar a alguien para que pueda acceder a nuestra información y hacer o bien nuestra última voluntad al respecto o bien gestionar esa huella digital. Una de las recomendaciones que ofrecen los expertos legales es la creación de un documento con los perfiles y servicios que utilicemos y tengamos abiertos, con la contraseña y la explicación pertinente de qué queremos hacer.
¿Lo puedo configurar yo mismo?
Muchas plataformas, Facebook fue la primera, ya disponen de una forma de plantear nuestra voluntad sin explicar nada a nadie, y sin tener que pasar por el notario de turno para que nos ofrezca esa información. No es algo nuevo, ni mucho menos, recuerdo hace unos 5 años que murió una amiga de la infancia, tenía las redes sociales abiertas, era bastante activa pero ni sus padres, ni nadie se preguntó ¿qué hacemos ahora con su perfil?
Por aquel entonces, ya existía una opción menos complicada del servicio de Facebook, y copiando el link de la esquela ya podíamos dejar la cuenta de Facebook en modo Conmemorativo, ¿qué significa esta opción? Pues de forma muy resumida, que todas las interacciones que hayamos creado quedarán visibles (según la configuración que tuviéramos en el perfil) para que nuestros amigos pudieran acceder, la ventaja de aplicarlo es que no nos estarán llegando las notificaciones, por ejemplo de un cumpleaños, o que de repente veamos a esa persona fallecida etiquetada en alguna imagen de alguien que, quizá no se enteró de lo que pasó.
Todo bien claro antes de morir
Ahora en cambio, es algo más completo, ya que nos permite configurar nuestro perfil para que: añadamos a una persona que sea la encargada de gestionar nuestro legado: por ejemplo, escribir una última publicación sobre lo que ha pasado, responder a algunas solicitudes pendientes de Facebook de familiares o amigos, cambiar la foto de perfil o la cabecera…y lo que no puede hacer es editar ninguna de las publicaciones ya realizadas con anterioridad ni eliminar a amigos, ya que el fallecido, si tiene esta modalidad escogida seguirá estando en nuestra lista de amigos.
Otra opción es que hayamos decidido que una vez que nos morimos, se elimine toda la información, el contacto autorizado para nuestro legado tendrá que acceder y eliminar la cuenta de la persona en cuestión. Para ello, sin un testamento digital no resulta sencillo ni siendo familiar.
Si lo configuramos antes, se lo pondremos fácil a la familia y los amigos
Recuerdo otro caso, de un amigo que murió en un accidente de tráfico y me pidieron que borrase toda su actividad digital, fue uno de los trabajos más difíciles que tuve que hacer, porque por aquel entonces, casi nadie se había planteado ¿qué debo hacer con los perfiles en internet? el desconocimiento o la falta de información nos lleva a dejarlos tal y como estaban o los tenía. En este caso, era un persona que protegía muy bien su seguridad en internet, y contactar con las distintas plataformas no fue sencillo, nos pidieron una barbaridad de información personal y de documentación para finalmente poder cerrar sus cuentas en fotolog, Twitter, facebook y los mails.
Facebook y Google también
Otro de los gigantes que también están trabajando en esta configuración es Google quién ya nos permite establecer una serie de acciones una de ellas es nombrar a alguien también que pueda acceder a nuestra información relacionada con la cuenta de Google y eso nos permitirá descargar todo o eliminar, y al eliminar también estaríamos borrando otro tipo de información como puede ser la información que tengamos en YouTube o Google Maps o las recomendaciones que hayamos hecho en Google Reviews…
Aunque las redes sociales nos lo pongan bastante fácil, debemos tener en cuenta que si vamos a hacer el testamento normal también pensemos en que hacer con toda la información que hemos generado o creado en internet, y por tanto, destinar un poco de tiempo a reflexionar y a definir quién será la mejor opción para encargarse de todo. Sobre todo si hemos basado los últimos 10 años a generar una identidad digital que nos permite encontrar trabajo, amigos o el amor.
La última reflexión
Así que si hemos invertido tiempo en crearla y consolidarla ¿por qué dejarlo a la deriva cuando ya nos hayamos muerto? A mí, personalmente, me gustaría que todo lo que escribo en el blog, mis imágenes, mis relaciones se quedasen a modo cápsula del tiempo para lo que pueda venir después. Para la familia del mañana o los extraterrestres que nos invadan…que se quede aquí.