Desde que las redes sociales se han instalado en nuestras rutinas, tanto personas como empresas se esfuerzan en compartir contenido que les ayude a tener más seguidores, más likes o más solicitudes de presupuesto, en la mayoría de los casos, son las personas que llevan las redes sociales las que se encargan de localizar o crear el contenido para publicarlo conforme a una estrategia. Para ello se apoyan en páginas de recursos gratuitos o simplemente ven una imagen que les gusta, se las ingenian para quitarle el logo o la imagen corporativa anterior y en su lugar ponen el suyo.
Matan dos pájaros de un tiro, por un lado, tienen contenido para publicar y por otro, parece que lo han creado ellos mismos.
Diréis y todo esto, que ya sabíamos ¿por qué? Pues bien, la semana pasada una empresa de Gijón, Detallinos, que se dedica a la creación de contenido y papelería creativa me contaba que había encontrado una imagen en un blog y que eso desencadenó en una búsqueda exhaustiva de más contenido y la consecuente denuncia en los medios en los que se lo encontró.
He encontrado mi imagen en una web o red social
Tras encontrar esa imagen, pensó que podría estar pasando en más páginas webs o en otras redes sociales, y pensó en hacer una búsqueda un poco más profunda, para eso utilizó el botón derecho del ratón encima de la imagen y seleccionó la opción búsqueda de imagen en Google lo que nos proporcionará una serie de imágenes que son visualmente similares, la sorpresa llegó para Detallinos cuando vio que sus imágenes, estaban en más de un sitio, en Pinterest, en Twitter, en Google +, en Facebook y en otro blog más. Los nervios y el enfado iban in crecendo. No era para menos.
He encontrado más imágenes ¿Qué debo hacer?
Lo primero que hizo tras las pertinentes capturas de pantalla fue denunciar la publicación en cada una de las redes sociales, para eso, tenemos que buscar la opción de «denunciar abuso» o «reportar imagen» que tienen disponibles todas las publicaciones en las redes sociales. En algunos casos, nos responderán rápido y de forma eficiente, mientras que otros, se limitarán a decir que no son responsables del contenido que publican otros en su canal.
Por lo general no tendremos problema para solicitar que eliminen una imagen, por la que no se paga ni se ha pedido permiso, y además de denunciarlo, es aconsejable ponerse en contacto con la cuenta en cuestión que haya publicado esa imagen, en el caso de Detallinos, lo hizo y mientras ella pensaba que habían borrado la publicación, simplemente, los jetillas lo resolvieron bloqueando su perfil (ella no vería la publicación, y ellos seguirían utilizándola). Se enteró, se volvió a poner en contacto con ellos y finalmente borraron esa imagen de su perfil.
Cuando va divisando la luz al final de este túnel, se da cuenta que los de Google + le han enviado un mail en el que le explican que ellos no van a eliminar la imagen salvo que se les envíe un documento legal en el que se explica que ese contenido va en contra de los derechos de propiedad intelectual y eso supone tiempo y dinero: tener que ir a visitar a un abogado y litigar con la persona que ha publicado esa imagen no creo que sea muy barato.
¿Se deben tomar medidas legales?
Dependerá de cada situación, en este caso, Detallinos habló con su asesor y éste le comenta que lo único que puede hacer sino quiere acabar en un juzgado es solicitar por medio de mensajes privados o mails que eliminen sus imágenes porque sino tomará medidas legales para que lo eliminen de una vez por todas.
Una iniciativa para combatir el plagio
Ha quedado en un susto que ha podido solventar con más o menos rápidez, pero en otros gremios, como el de los fotografos que suben a las redes sociales parte de su trabajo, en muchas ocasiones han llegado a dejar de ganar dinero, y por eso, un grupo de ellos que podemos encontrar en la web: worthphotographers.com han ideado un hashtag para combatir a los cogecontenidos, el hashtag en cuestión es #TeMandoMiFactura.
Todo empezó cuando uno de ellos vio en un perfil de una empresa unas imágenes que eran suyas, que las habían descargado de su perfil de Instagram y no habían tenido la decencia ni de mencionarle, pensó, voy a hacer capturas de pantalla durante 7 días, para ello utilizó un recursos que se llama egarante.com que permite validar esas capturas en caso de tener que asistir a un juicio.
Al cabo de esos 7 días, envío un mail a la empresa y les comentó que su factura ascendía por el uso de sus imágenes a 190€ la empresa ni corta ni perezosa, antes de responderle, borró inmediatamente todas las imágenes y respondió al fotógrafo que no tenía por qué hacerlo, que ya estaban borradas, a lo que éste le dijo que sino una vez pasada la fecha del abono, le mandaría la correspondiente denuncia. Al día siguiente la empresa ya le había hecho una transferencia.
Esta historia ha cogido fuerza en las redes sociales dónde ya podemos ver a muchos más usuarios denunciar imágenes de las que se han aprovechado algunos para ganar dinero o seguidores. Esperemos que esta iniciativa incentive un poco más el uso responsable de las redes sociales y el contenido de otros.