De Amazon no es la primera vez que hablamos, por su gigantismo, por la de innovaciones que ha ido sacando desde sus inicios y hoy volvemos a repetir empresa porque la semana pasada se estrenaba Amazon Go, la primera tienda del mundo que no tiene cajeros, que entras, localizas, coges y te vas. Así, rápido y sencillo. El objetivo es ahorrar algo de dinero en empleos de personas, aunque también agilizar las compras de los usuarios para los que cada vez más, el tiempo apremia.
Siempre corriendo, siempre con prisa y Amazon lo sabe, por eso, ha implementado y parece que con bastante éxito la primera tienda en la que nadie nos cobrará, en la que no tendremos que escanear los productos que nos llevamos y mucho menos hacer el acto de pagar. Aunque irónicamente el día de apertura, el pasado lunes, hubo una enorme cola de personas esperando para entrar.
¿Cómo funciona?
La tienda está diseñada con especial atención a todos los detalles para evitar pasar por caja, en la puerta han añadido unos sensores en los que tendremos que acercar nuestro teléfono móvil con la cuenta de AmazonGo activada. Es requisito imprescindible que tengamos una cuenta en Amazon, de esta forma, la inteligencia artificial desarrollada para la ocasión, pueda identificar nuestra ID en el sistema, dónde ya tendremos guardados nuestros datos de la tarjeta de crédito con la que pagaremos.
Por otro lado, un montón de cámaras de vídeo colocadas por toda la tienda de tal forma que no queda ni un sólo cm por cubrir ni ningún punto ciego. El uso de las cámaras no es al que estamos habituados, sin embargo, están conectadas a un sistema que permite hacer un seguimiento de la persona o personas que están haciendo la compra en ese momento, y para ello este sistema de inteligencia emocional nos identifica no sólo por el ID de la cuenta de Amazon sino también por la indumentaria que llevamos en ese momento. El motivo no es otro que monitorizar los movimientos del cliente para ver qué compra o que no.
Otro de los mecanismos que podemos ver en AmazonGo es que las estanterías también están adaptadas a este tipo de tienda tan novedosa y es que disponen de microchips que definen el peso de cada uno de los productos que vende, de tal forma que las propias estanterías dirán al sistema de inteligencia artificial saber si te llevas uno o dos productos de sus lineales.
¿No habrá nadie?
Otra de las preguntas que podríamos plantearnos es que si no hay cajeros que nos cobren, ¿no hay ninguna persona en el establecimiento? La respuesta es sí. Al principio estará alguien a la entrada que pueda ayudar a las primeros compradores a activar la cuenta, a explicar dónde se coloca el móvil, cuál es el código que debemos acercar…en fin esas dudas iniciales que un cartel no puede resolver.
Aunque este sea temporal, tienen diferentes puestos de trabajo, desde una persona que estará en la sección de alcohol, siempre habrá alguien, ya que según la ley estadounidense, debe haber alguien que identifique si una persona tiene la edad suficiente como para comprar algún espirituoso.
Por otro lado, están los reponedores, por mucha tecnología aún no está tan robotizado. Los productos serán repuestos por algún trabajador que esté pendiente del stock que se va terminado. Así como unos cuantos cocineros que elaborarán las comidas pre-elaboradas que ya podemos comprar y es que irán elaborando distintos platos o sandwiches.
¿Qué podemos comprar?
En AmazonGo principalmente podremos comprar productos de alimentación, bebidas y comida semielaborada así como otro tipo de productos básicos, aunque en un futuro, la idea será ir implementando nuevos tipos de productos, la mira está puesta en los medicamentos, que muy a diferencia de estos lares, se pueden dispensar en cualquier supermercado.
¿Funcionará?
La compañía ya estuvo probando la tecnología en la tienda de Seattle que actualmente ha abierto para todos los públicos, funcionaba para los empleados de la compañía con quiénes fueron experimentando las diferentes opciones para que ahora pueda estar abierto para todos los públicos.
El sistema es novedoso, pero Amazon lleva más tiempo en el mercado físico, ya que actualmente cuenta con una serie de librerías, 15, en las que ya es diferente comprar que en el resto de librerías, debajo de cada libro existe una pantalla en la que podemos ver las reseñas que han hecho otros usuarios en la web de Amazon. Y en la que no se puede pagar con dinero en efectivo, sino con tarjeta o con la cuenta de Amazon.
Aunque de momento, todo esto suene a Futurama, la verdad es que más cadenas de supermercados están trabajando en este tipo de tecnología, y a pesar de haber sido Amazon el pionero, seguro que más bien pronto que tarde empezaremos a verlo como algo común, y parecido en cierto modo a las máquinas para «agilizar» las compras que ya utilizamos en los grandes supermercados.