El uso del móvil está muy estandarizado, nos lo llevamos a todos los sitios y si nos quedamos sin batería montamos, casi, en cólera porque no podemos acceder a nuestra información habitual en internet. Que se haya estandarizado es bueno, en cierto modo, hacemos gestiones más rápido, mejoramos la calidad de nuestras casas desde otros sitios a través de la domótica conectada en forma de aplicación en el teléfono.
Sin embargo, no hemos aprendido todavía que mientras se conduce nos puede distraer y generar o participar en un accidente de tráfico. Hoy en día, las marcas automovilísticas diseñan y ejecutan ideas pensadas para reducir el tipo de distracciones, aunque cada marca de una forma diferente. La semana pasada, Nissan lanzaba una caja de Faraday para uno de sus modelos.
No usar el móvil mientras se conduce
La caja de Faraday, por si no recordáis que es, consiste es una caja metálica que protege de los campos eléctricos estáticos. Los de Nissan han pensado en incorporarla en el apoya brazos central, el típico que hay entre el asiento del conductor y el del copiloto, de tal forma que si insertamos en el interior nuestro móvil estaremos libres de redes 3G, WiFi o de bluetooth. Lo que significa que tendremos que ser nosotros mismos los que tengamos que insertar nuestro teléfono.
Esta caja que han presentado en forma de prototipo no cumple con todas las funciones que quizá los expertos en Seguridad Vial podrían creer convenientes, y es que en su interior incorpora un puerto USB que permitirá que el teléfono se cargue o reproduzca la música que guardamos en él. Es un avance en librarnos del móvil mientras conducimos, sin embargo, si no queremos que nos molesten, al entrar en el coche podemos activar el «modo avión» y tendremos exactamente las mismas condiciones que si lo metemos en la caja Faraday propuesta por Nissan.
El móvil si, pero para ampliar nuestros ojos
En el otro lado, en el de cómo conectar nuestro móvil a nuestro coche, se encuentran otro tipo de soluciones que pasan por hacer más sencillo acceder o a la información o hacer llamadas sin utilizar el teléfono, se denominan sistemas de comunicación C2C (Car to car) y permiten además de conectarnos a sistemas de información como el GPS o la radio a otros, que quizá sí, nos puedan ayudar a tener una mejor conducción y a evitar accidentes. Son los Sistemas avanzados de conducción.
Estos sistemas contribuyen a mejorar o corregir los posibles fallos que estamos cometiendo al conducir, por ejemplo, si nos estamos yendo del carril hacia otro, avisa al conductor e incluso, pueden llegar a frenar de una forma muy ligera. Existen otras aplicaciones que avisan al conductor en caso de atasco, y le ayudan a ir frenando, en función de lo que está pasando (y el conductor no tiene por qué saber) para evitar una colisión.
Del mismo modo, que también existen sistemas que reconocen a peatones en sus proximidades y ralentizan el coche para evitar un atropello. Otras aplicaciones permiten mantener la distancia de seguridad con el coche de adelante, con el sistema de la cámara integrada en el coche y la tecnología GPS son capaces, al igual que el anterior, de reducir o aumentar la velocidad para mantener siempre la distancia de seguridad.
Tanto los concesionarios como otras empresas ligadas al negocio de internet o las teleoperadoras están trabajando en la misma línea, coches más autónomos, que nos permitan sentarnos y a los que demos las coordenadas a las que queremos llegar, suena a ciencia ficción, no os voy a mentir, pero ya se han hecho diferentes pruebas sobre el funcionamiento de estos automóviles y también se están litigando juicios sobre las patentes de los mismos. La semana pasada sin ir más lejos, Alphabet contra Uber, porque supuestamente Uber le robó información para poner en marcha los coches autodirigidos a Alphabet.
Y si, todo esto que os cuento suena muy bien, pero la pregunta que muchos se harán es ¿quién pagará el incorporar esta tecnología? Algunos concesionarios lo incluyen en el precio de venta del vehículo, pero no es para todos los modelos, de vez en cuando tendremos que actualizar las apps para la conexión, ¿se hará de forma periódica? ¿desde el propio coche? ¿en el concesionario? Son muchas las preguntas que todavía están en el aire y que además tendrán que estar en sintonía con la DGT para que realmente se llegue a reducir el número de accidentes en las carreteras, que por desgracia no sólo competen a las distracciones de las personas sino también al estado de las carreteras, lo que supone una última pregunta ¿las infraestructuras estarán conectadas a internet y por ende a nuestros vehículos?