Hoy en día practicamente todos tenemos al menos dos cuentas de mail, la del trabajo y la personal, en ambas recibimos cantidades inmensas de basura o lo que viene siendo lo mismo: SPAM o lo que algunos también llaman newsletters cargadas de información.
La cuestión es cómo algunas empresas se lo montan para que no te vayas, debe ser que según el número de mails que disponen les dan un plus o algo, porque jolín con las trabas.
Se supone que si vamos a enviar un mail masivo tenemos que tener en cuenta algunas pequeñas cositas que no se pueden olvidar, una que por obvia que parezca a muchos se les olvida.
No mostrar la lista de destinatarios
Hay una opción en cualquier gestor de mail que se denomina CCO o lo que es lo mismo copia oculta, y sirve para que parezca que sólo se le manda a una persona. No es la primera vez que recibo un mail de alguna institución, empresa o partido político incluso con todos los destinatarios que tienen en un excell que abren de vez en cuando para mandar mails «informativos».
Incluir la información para darse de baja
La peor parte para nosotros usuarios del mail, que no tenemos tiempo para andar leyendo o visitando absurdos links que podrían servir para hacer una compra en común con desconocidos o quién sabe, un exprimidor automático porque la opción de darse de baja no existe. Es obligatorio para cualquiera que vaya a enviar un mail masivo incluir la opción o la explicación de cómo darse de baja.
Algunos se aprovechan de este tipo de links y después de dar de baja tu mail, siguen enviándote mails y más mails que ni has solicitado ni te interesan. Cuando la paciencia se te acaba y decides darte de baja de la inmensa cantidad de spam que recibes, debemos buscar en la parte inferior una explicación de cómo se puede hacerlo. A veces, en la mayoría de los casos, con hacer clic en el link que pone baja o cancelar suscripción es suficiente, sin embargo, en otros casos, nos lleva a un formulario que es para confirmar que seguimos interesados en esa newsletter y también otras de temáticas similares.
Salvo que vayas a la parte inferior de la web a la que te ha redirigido desde mail no verás la opción, a la cual pinchas y te llega un nuevo mail con «las instrucciones» para que te des de baja, te vuelve a llevar a una web, pero oh sorpresa! escrita en catalán, un idioma oficial pero que no tenemos la obligación de conocer, además esta web es exactamente igual a la que se había entrado antes, lo que quiere decir, que si nos queremos dar de baja tendremos que volver a seleccionar en la parte más baja de la web que así lo deseamos.
El formato de las newsletters
La mayor parte de mails en forma de newsletter que recibimos suelen estar realizados con herramientas para este fin, una opción que además de gratuita es muy estándar y además funciona muy bien es la de Mailchimp, podemos realizar listados de mails que nunca veremos a quién más van dirigidos e incluyen también, sin falta de tener conocimientos en informática la opción para eliminarse de esa lista.
Existen otras opciones de pago que harán casi lo mismo, lo que también debemos tener en cuenta son las temáticas, algunas newsletters nos interesan porque su contenido está tan trabajado como el de una revista y nos ofrece información interesante para quién lo haya solicitado.
El contenido de las newsletters
El problema es cuando esas newsletters están sin ningún tipo de formato, ninguna información que digas oh guau! me encanta tu newsletter, y hasta en el algunos casos te envían un power point en formato pdf para que veas sus novedades, horroroso.
Lo mejor es que tengas estructurada una plantilla que sea editable de tal forma que cada mes (porque es la periodicidad recomendada) al contenido que vas a enviar a tus lectores, amigos o clientes. Una cosa que también parece como demasiado obvia pero que se olvida en ocasiones, es cuidar la gramática y ortografía de los envíos que hacemos, ya no sólo de las newsletter sino también de los mails que escribimos o los artículos que publicamos en el blog.