Las redes sociales se han convertido en una conversación más que tenemos disponible día a día, agregamos contactos que creemos nos aportarán algo, hacemos publicaciones no sólo con el fin de publicitar lo que opinamos, sino también para que nuestros amigos/fans/contactos comenten en cada una de esos estados que describimos y acompañamos con imágenes, esto no es ninguna novedad.
Cuando se empiezan a utilizar las redes sociales de forma profesional, queremos ser lo que más «likes» o seguidores tengamos en nuestras filas, queremos contarles nuestro día a día, que vean lo que hacemos y sobre todo, lograr que también compren nuestros productos o servicios. En más de una ocasión hemos compartido cómo podemos hacer una buena estrategia en las redes sociales para un negocio o marca personal. Para no caer en la tentación de tener un perfil sólo para darnos autobombo.
Hay muchos tipos de personalidad en las redes sociales, desde los más clásicos que publican una noticia de la cual han sacado un resumen que aprovechan para iniciar un debate, pasando por los «vividores» que comparten todos los detalles de sus grandes viajes o su «way of life» a otros más bromistas que se dedican a publicar únicamente gifs para que otros aporten los likes y comentarios.
Publicaciones equilibradas
Los lectores, o sea, nosotros, somos los que debemos buscar un equilibrio en el tipo de conversaciones o información que queremos recibir cuando abrimos nuestro muro o TimeLine, un poco de actualidad, un poco de humor, un poco de política, un poco de salseo…debemos buscar perfiles de otros que nos ayuden a configurar nuestro muro de una forma que realmente sea atractiva volver a entrar, aunque siempre nos podremos encontrar sorpresas inesperadas en las publicaciones de nuestros amigos en las redes sociales.
Publicaciones «fuera de tono»
Las publicaciones inesperadas son las que quizá nos vayan a sacar de quicio y por las que estamos seguros que podrían ser los detonantes para eliminar de nuestra lista a más de uno. Afrontar la decisión de eliminar a alguien de las redes sociales es complicada, casi siempre se pone en el lugar del otro y piensas «¿Qué va a pensar de mí?» sólo en el caso de conocer físicamente también a esta persona que nos ha importunado con una publicación que nos ha dejado fuera de juego.
Casi la misma sensación que si queremos huir de un grupo del Whatsapp, no sabemos, en muchos casos como hacerlo para que no nos pongan verdes después, aunque como todo, dependerá del tipo de grupo, por ejemplo un evento puntual creamos un grupo con los interesados y uno de ellos dice, lo siento no voy a poder ir, me salgo que me agotáis la batería / los datos / la paciencia /me ponéis los dientes largos o por la sencilla razón: no me da la gana.
oh, oh, ¿ya no está mi amigo? ¿me ha quitado de Facebook? ¿En serio?
Otra sorpresa, es cuando en una de esas publicaciones de «qué paso un día como hoy» vemos que alguien nos comentó o nos etiquetó en alguna foto y decimos, ¡Ay voy a ver cómo le va a esa persona! y de repente vemos que está disponible la opción «añadir amigo» uy, uy, te eliminó de tu lista de amigos, por eso hacía tanto que no veías lo que decía, aunque en un mundo con necesidad de tiempo podríamos pensar, bueno, pues ya no tiene tiempo para publicar. ¿Le volverías a añadir? en la mayoría de los casos la respuesta será no, porque has visto que ha perdido el interés en ver lo que publicas, o lo puedes volver a hacer y comprobar a los dos meses que te ha vuelto a quitar, con eso de que tenemos tanto contenido que ver ni nos percatamos, a veces puede ser debido a un problema con alguna de las opciones de las redes sociales, aunque la mayoría de los casos, es porque has querido tu o la otra persona, y si te pasa dos veces ya, está más claro que el agua pasa de tí, lo tendrás que asumir o afrontar directamente con la persona en cuestión.
¿Es conveniente borrar amigos?
De vez en cuando es bueno repasar que amigos tenemos en las redes sociales, comprobar si nos aportan algo o no, nos vamos a llevar más de un susto, los que pensabas que tenías y ya no tienes, los que de repente se llaman de otra forma y ya no reconoces, los que han cambiado su nombre personal para (mal) convertirlo en un perfil de empresa en el que promocionarse, un contacto que conociste en un evento y con la emoción lo añadiste, pero no te aporta nada en absoluto, alguien que se aprovecha de lo que publicas para meterse contigo (compañeros de trabajo por ejemplo)…lo mejor es que sepas a quién quieres escuchar y el tipo de contenido que quieres ver cuando «inicias sesión», así como con quién no te importa compartir tu día a día.