El uniforme es algo que muchos han llevado de pequeños al colegio, había opiniones de todo tipo a los que les gustaba porque no se tenían que preocupar de lo que se iban a poner al día siguiente y los que no querían usarlos y lo adaptaban a su estilo. Hoy vamos a hablar de los uniformes para los trabajadores, cómo han evolucionado y hacia dónde va la tendencia en la vestimenta de los trabajadores de las empresas.
El uniforme ¿para qué sirve en un negocio?
El uniforme si te has decidido a implementarlo en tu estrategia empresarial debes tener en cuenta que debe representar a tu negocio, que los clientes que asistan al comercio local, la nave industrial o a la oficina reconozcan fácilmente quién trabaja allí y por tanto les puede echar un cable a la hora de buscar información o preguntar dónde está cierto producto que no encuentras en sus lineales pero sabes que existe y lo venden allí.
¿Desde cuándo existen los uniformes?
Los uniformes han existido desde siempre como quien dice porque ya en la antigüedad se utilizaban para diferenciar entre las clases sociales. O incluso los tatuajes que ayudaban a identificar a las tribus o función que desempeñaban cada uno de los miembros, guerreros, asesores espirituales…también podrían ser la base y el origen de las vestimentas que hoy en día visten los profesionales de cada sector.
La idea de utilizar un uniforme de trabajo surge para que las personas que asistían a trabajar no estropeasen su ropa o fuera mucho más cómodo, además hoy en día, se añaden algunas prendas o calzado que son más una necesidad para reducir los riesgos laborales como pueden ser las botas con refuerzo para la construcción o los guantes de goma para los especialistas en instalaciones eléctricas.
La importancia del color
La ropa de trabajo ha ido evolucionando con el tiempo y ha pasado de distinguir las clases sociales o la presencia de trabajadores en una tienda concreta para ser un elemento más estratégico en la imagen corporativa de una empresa o negocio. Así cada sector además ha conseguido identificar algunos colores como suyos propios. Los médicos visten con bata blanca porque significa limpieza y eso para alguien que va andar hurgando en tu cuerpo mejor que si es en color marrón. La psicología del color nos induce de forma subconsciente a pensar en si lo que vemos nos gusta más o menos o somos capaces de saber a qué profesión se dedica uno. Otro día os hablaremos de la importancia de seleccionar un color u otro, de momento os dejamos con este gráfico que muestra de forma muy esquemática lo que significa cada color.
Las prendas de trabajo tienen además de representar al negocio ser cómodas y acordes con el tipo de trabajo que desempeñan los empleados de las empresas y por supuesto no denigrar a nadie con la utilización del mismo. El uniforme de trabajo puede ser de muchas formas, a veces, con un simple polo del color corporativo y el logotipo puede ser suficiente. En otras ocasiones la empresa, sobre todo las que desarrollan su actividad en oficinas, desarrollan manuales para que los empleados se vistan bajo una serie de premisas, por ejemplo, que los hombres vayan con traje, o que los viernes aunque sea un día informal no vayan en chandal.
Los uniformes deben ir acordes a la moda
A la hora de pensar en un uniforme también debemos prestar atención a las modas o las tendencias del momento, el uniforme no será para toda la vida, la ropa se desgasta o se rompe por el uso habituado de la misma, por lo que te puedes permitir crear uno diferente cada 3 ó 4 años, aunque si funciona no hace falta que lo cambies.
Evita caer en los tópicos como que la mejor forma de identificar es una gorra, algunos visten encantados con gorras, sin embargo son la minoría, busca otras opciones menos ochenteras. Busca en tu entorno diseñadores que te ayuden a visualizar el uniforme de trabajo que crearás, no se lo contrates al que más barato te lo ofrezca, puede ayudar que generes una gran polémica como la de los Juegos Olímpicos de Londres (2012).
Si el uniforme de trabajo lo vas a incluir porque has decidido hacerles un poco más fácil a los trabajadores, para que no estropeen su ropa diaria, habla con ellos, sobre lo que puedes hacer o no, lo de escuchar, aunque por lo general se nos dé mal, es un punto muy fuerte para mejorar.
En resumen lo mejor es que sea representativo, que sea actual, cómodo para quién lo tenga que vestir y funcional para el tipo de trabajo en el que se vaya a utilizar.