Hemos hablado ya en varias ocasiones sobre la importancia de un logotipo y la imagen corporativa para una empresa, pero ¿realmente tiene sentido si hablamos de una persona en vez de una empresa?
El concepto de marca personal surge cuando empezamos a utilizar de forma masiva perfiles personales en cualquiera de las redes sociales que tenemos a nuestra disposición. Cuándo nos creamos el perfil puede que tuviéramos dificultades para encontrar sólo nuestro nombre o el nombre y el apellido, algunos aprovecharon para incluir en su nick la profesión o la actividad principal que va a utilizar.
No siempre se acierta a la hora de escoger un nombre, y aunque algunos se dieron prisa en reservarlo, no siempre tendrá la eficacia que esperamos. Si creamos un perfil en las redes sociales, antes de hacerlo deberíamos pensar en sí lo vamos a crear para nuestro entretenimiento o para uso profesional como puede ser conseguir un empleo. Para ello debemos pensar en qué es lo que lo demás queremos que vean de nosotros.
En este caso nos vamos a centrar en la marca personal ligada a un objetivo profesional, sea cual sea el carácter del objetivo hay una serie de cosas básicas comunes a todos los perfiles de marca personal.
Lo que transmite la foto del perfil:
El primer punto es la fotografía que seleccionamos para que nos identifiquen podemos utilizar un logotipo que hayamos creado para nosotros mismos o bien una foto tipo carné en la que se nos vea la cara, también hay perfiles de marca personal que la foto que utilizan es de ellos mismos pero haciendo algo, haciendo un speech, dando una formación o en su puesto de trabajo.
La foto que escojamos tiene que ser de buena calidad, no podemos estar comunicando que somos la leche como diseñadores, por ejemplo, y tener una foto pixelada o un logo de mala resolución. No estaremos dando una imagen demasiado buena, sino más bien lo contrario.
Una foto que hemos recortado de otra en la que estábamos de fiesta tampoco transmite demasiada profesionalidad, si quieres una foto en la que realmente salgas bien, lo mejor es que la hagas y repitas hasta que te convenza en vez de seleccionar una en la que (aunque esté recortada) se vea que estábamos de fiesta, no es demasiado profesional.
Lo que decimos en unas pocas palabras:
La descripción que acompaña, en la mayoría de los casos, a este tipo de perfiles deben explicar a lo que nos dedicamos sin caer en términos como «experto», «gurú» u otros términos que lo único que puede demostrar es falta de modestia. Tanto en Linkedin y Twitter, que son las dos redes que más se utilizan para conseguir objetivos profesionales, existen una cantidad de adjetivos calificativos positivos sobre uno mismo, a veces confundimos explicar lo que hacemos con fliparnos a la hora de contarlo. En este caso, parecerá que estamos vendiendo humo en vez de un servicio, un profesional o un producto.
Las publicaciones y el contenido que compartimos:
Por otro lado, tendremos que cuidar el tipo de contenido que publicaremos en el perfil profesional, ya que si el objetivo es profesional, las fotos de las vacaciones o de los pedos del fin de semana no tienen sentido. Tendremos que publicar opiniones profesionales sobre temas concretos o artículos de actualidad sobre el ámbito en el que nos queremos adentrar, artículos de opinión con los que podamos estar de acuerdo.
Aunque midamos lo que publicamos en nuestros perfiles personales también es normal publicar cosas que nos interesan o que no tienen nada que ver con la actividad pero sí con nosotros como personas. Es una de las diferencias con una marca de una empresa, que por lo general la comunicación que emiten es corporativa y medida al milímetro conforme a un plan estratégico de comunicación.
En los perfiles que se ve claramente que buscan ser marca personal, que le identifiquen con una profesión o que les permita conseguir un puesto de trabajo es muy difícil o se planifican menos las acciones, es decir, que son perfiles más flexibles que los corporativos. Los hay también que son muy pro, y se lo toman como si realmente una empresa fueran y puede estar bien, pero debemos ser capaces de enseñar algo más de nosotros, nuestra personalidad, nuestra forma de ver las cosas o incluso nuestros deseos, los que se puedan contar.
Tal y como decimos siempre lo más importante es ser coherentes con nosotros mismos y con lo que queremos alcanzar, con un ejemplo con el que creo que se puede entender mejor,
si el año que viene queremos recoger tomates pues no deberíamos cosechar patatas no?
Suena un poco absurdo, pero a veces, queremos ser tan expertos y tan cuquis que se nos olvida el motivo o la razón por la que creamos el perfil o publicamos.
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