Siempre nos ha gustado disfrutar de la comida, a veces haciéndola otras visitando algún restaurante, otras pedimos algo para que nos traigan a la oficina o en casa, hace años lo más común, era tener algún folleto colgado con un imán en la nevera, otras, buscamos sin más en las páginas amarillas algún sitio conocido que sabíamos que servían a domicilio.
Hoy en día, con la aparición de las aplicaciones, los servicios móviles y otros avances nos permiten pedir comida de casi cualquier nacionalidad o tipo en menos de dos minutos. La danesa Just eat, la española que se llama La nevera Roja, o Aloha24 en Asturias, son algunas de las aplicaciones que tenemos disponibles para hacer pedidos en diferentes restaurantes, otro tipo de comida a domicilio son las web o aplicaciones propias de las grandes cadenas de restauración tipo Burguer King o Telepizza.
En cualquiera de ellas, nos solicitan un nombre, un e-mail, una dirección postal habitual, un teléfono de contacto y poco más. Accedemos a su servicio y según nuestros gustos podremos seleccionar entre los restaurantes de cada aplicación los platos que nos apetece que nos traigan ya cocinados.
En algunos casos nos aplicarán 1 ó 2 € más por gastos de envío a domicilio, otras veces están incluidos, esto no depende más que del restaurante que solicita estar dentro de alguna de estas aplicaciones.
Uber, que os sonará por la controversia que causó, sobretodo con los taxistas, también tiene en marcha un proyecto que se llama Ubereats en Barcelona que permitirá entregar comida a domicilio. Un sistema similar al que ya tienen en Los Ángeles, la pregunta es y ¿Cómo funciona? O ¿es cómo a las que ya estamos habituados? Pues prácticamente sí, la diferencia esencial se ve reflejada en que es un conductor de UBER el que lleva la comida en vez del clásico repartidor y por tanto, no te lo subirá a casa, sino que tendremos que bajar a por ello a la calle. No sé si funcionará o calará mejor dicho, ya que una de las razones por las que pedimos que nos traigan la comida a casa es por no vestirse o no salir a la calle…aunque pensándolo de otro modo, para bajar al portal, como si es con rulos.
Este servicio, a pesar de qué no se sabe aún como funciona, se supone que no competirá con otras aplicaciones como Just eat o la Nevera roja, pues el tipo de restaurantes no serán tampoco los mismos que estamos acostumbrado a ver de comida rápida, sino que serán restaurantes con platos menos internacionales, o de más tiempo de elaboración, es decir, se supone que en esta aplicación no encontrarás la temida y poderosa fast food.
El mercado de los pedidos a domicilio, al igual que otro tipo de negocios en internet, están creciendo como la espuma y cada vez podemos encontrar una oferta mejor, más amplia y sobretodo más cómoda.
El restaurante que instala una o varias de las opciones disponibles en su local suele ser pagando un importe inicial y después una comisión sobre cada venta que oscila entre el 2 y 15% según el tipo de aplicación sea la que lo gestiona.
¿Realmente le interesa a un restaurante implantar el servicio “a domicilio”? tendrá además de pagar la cuota inicial instalar un aparato que será el que notifique de un nuevo pedido en el restaurante. Otra cosa a tener en cuenta es ¿cómo se repartirá el pedido? Pues hay varias alternativas, contratar a una persona específica para que se encargue, un vehículo para que se desplace o subcontratar a una empresa de entrega a domicilio, que también las hay.
El envío al domicilio puede ser uno de los sectores que más está creciendo, se empiezan a preparar hasta drones que sean los que envíen los pedidos, de tal forma que todavía será más cómodo para el usuario final, sin embargo creo que, hasta que esta modalidad se instale en Asturias pasará un tiempo, ya que los gigantes como Amazon, todavía lo tienen en período de pruebas.
Este tipo de aplicaciones son utilizadas principalmente por gente joven que vive en familia o en pareja. Y el gasto medio es de unos 20€, los principales platos que se envían a domicilio son las pizzas, las hamburguesas y la comida china o turca.
Los pedidos suelen hacerse en el fin de semana coincidiendo con eventos deportivos, por ejemplo, con el fútbol aumentan hasta un 50% al igual que el gasto medio, ya que estos eventos, por lo general se ven con amigos, que también pedirán o pediremos algo para ellos.
Los tiempos desde que solicitas el pedido hasta que te lo entregan en tu casa listo para comer suelen ser de 30 ó 45 minutos, sea el tiempo que sea te envían una notificación en la que te dan la hora aproximada de llegada, a veces tarda más, otras menos.
La brecha entre pedir comida a domicilio por el móvil o por el navegador de la web, es bastante amplio, ya que compiten casi al 50%, hecho que realmente me sorprende, pues la tendencia de la sociedad es navegar y comprar más a través del móvil que desde el ordenador.
Los usuarios por lo general son activos y siguen a estas compañías en sus redes sociales y gracias a ello consiguen descuentos para sus platos favoritos. Estas compañías están muy presentes en las campañas publicitarias, no se olvidan que tienen más de 3.000 restaurantes a los que ayudar en sus ventas y es por eso que a casi todos, al menos nos suena, ya que las inversiones en publicidad son muy altas.
Los métodos de pago son amplios, desde pagar con tarjeta de crédito, con nuestra cuenta de paypal o pagarlo en efectivo cuando el repartidor llegue. Casi todas las aplicaciones están disponibles para todos los sistemas operativos y navegadores.
Por lo general, estamos cada vez más conectados y la tecnología está más estandarizada y estas aplicaciones que al principio sólo funcionaban en ciudades como Madrid o Barcelona y a día de hoy, ya funciona en ciertos pueblos no demasiado grandes.