Siempre nos planteamos el uso del móvil queremos y creemos que tener uno más nuevo o más inteligente nos ayudará, y sí, es cierto, aunque todos, sea como fueren tienen inconvenientes comunes:
Nos pasamos la vida buscando WiFi, las tarifas de datos cada vez son mejores, pero nunca nos llegan los datos para todo el día, buscamos alternativas como bares, la del vecino o las públicas, en el trabajo…
Por no hablar de los momentos que estamos con poca cobertura, empezamos a mover los brazos como si fuéramos controladores aéreos para ver en qué posición puede haber una rayita más de cobertura, cada vez hay más sitios con cobertura, incluso 4G, pero las zonas rurales, o con pocos servicios, a los que nos solemos ir a desconectar, son los que más problemas encontramos.
Se nos acaba la batería antes cuando apenas teníamos un móvil que llamaba y enviaba mensajes, la batería nos duraba ¡hasta 6 días! Cuando empezamos a jugar al snake ¿Os acordáis del juego con la serpiente que tenía que ir en busca de alimento e iba creciendo…y ahora, cada 24 horas más o menos tenemos que buscar un enchufe al que conectarnos.
Tenemos soluciones para cargar nuestras baterías:
Los aparatos USB
Cada vez vemos más gente con unos aparatos alargados conectados a un cable, estos aparatos antes de utilizarlos hay que conectarlos a la red eléctrica para cargarlos, y no siempre nos podemos acordar.. ¡Todo por tener el móvil disponible!
Otros son más ecológicos, que se cargan con el sol y después tenemos energía suficiente para recargar el móvil. Por ejemplo, nos vamos a la montaña, lo ponemos a cargar estirado en la mochila y mientras caminamos, podemos ir agotando nuestra batería haciendo fotos, mirando la ruta o contabilizando pasos, ¡Será por maneras de gastar la batería…!
Estas quizá sean las más graves, aunque existen otras derivadas de nuestros operadores, nunca nos complace del todo sus tarifas u opciones, ¿para qué queremos 300 sms gratis? Por ejemplo…o la permanencia de todos ellos, que en la mayoría de los casos nos parecen infinitos, aunque sólo sean 2 años.
Siempre esperamos no tener que llamar a la atención al cliente, primero por los tiempos de espera que manejan. Segundo porque no siempre resolverán nuestras preguntas o expectativas.
Pagar por el dispositivo: Nos habíamos acostumbrado a que las operadoras nos regalasen un dispositivo sólo por irnos con ellas durante dos años, ahora si queremos que nos lo den ellas tendremos que pagar las mensualidades que nos pidan sumadas a las tarifas cerradas, suelen ser pagos de 20 euros…quizá más asequible que desembolsar 700 ó 900 euros.
Otra de las cosas que odiamos de nuestros móviles es tener que contar o cuantificar los minutos de las llamadas, la suerte que tenemos es que cada vez más existen aplicaciones que nos dan datos fidedignos y que nos envían notificaciones por mail o sms para no llevarnos sorpresas en la siguiente factura.
Comprobar que alguien está en línea y no nos contesta, en algunos casos seguro que pasa de nosotros, pero en otros, puede deberse a un error de la conexión con whatsapp, de todas formas, sabemos que si lo que estamos preguntando nos urge realmente, siempre podemos llamar o visitar a la persona en cuestión. Sino, es tan urgente, sólo podemos tener paciencia y esperar a que contesten.
A los que nos ponen su música en modo altavoz, música que por lo general, no nos gusta ¡con lo fácil que sería comprar unos cascos! Y esto vale que no es algo culpa del móvil sino de un uso irresponsable del mismo.
Nos cortan el rollo en comidas o cenas con otra gente, muchos restaurantes ya tienen en las mesas un bote dónde dejan los móviles los comensales y el primero que lo coge es el que paga…y la verdad que es una buena idea, porque los smartphones deben ayudar a comunicarnos o hacernos la vida más fácil no para estar dependientes de ellos de forma inconsciente.
Cuando se nos olvida poner el modo silencio en sitios con otra gente, puede que pensemos, si nunca me llaman a estas horas, los grupos del whatsapp no suelen publicar a estas horas y en el momento clave, de un evento cualquiera, suena el teléfono del móvil. Esto puede ser tan molesto como la música o sonido que suelten, que oye allá cada uno con sus gustos…
Otra de las cosas que nos molesta del uso del Smartphone son las aplicaciones o los móviles que se supone nos espían. Algunas opciones de privacidad son complejas o las aceptamos sin querer, otras son más invasivas y nos roban datos, bien a través de la geolocalización, que podemos tener activada en alguna red social y aplicaciones conectadas con la red se aprovechan de los datos que les damos. Lo mejor, como en la vida real es comportarse de una forma normal.
La publicidad o el spam, como ya sabéis cada vez usamos más el teléfono o la tableta para conectarnos a internet y si bien es cierto que hasta ahora estaba menos contaminado que los tradicionales navegadores, ahora se comienzan a ver nuevos formatos publicitarios en el móvil, y como todo lo que no está 100 % regulado, presenta carencias legales que hacen que los spammers nos bombardeen de información en formato de publicidad.
Además de molestos, nos roban datos, ya que podemos querer acceder a un periódico a leer una noticia y para poder hacerlo, tenemos que ver una imagen super grande que seguro pesa más que la información a la que queremos acceder.
En definitiva si lo que queremos entender las redes sociales, internet y demás debemos conocer primero los agravios que podemos sufrir para que ello tampoco sea un motivo de frustración, sino de oportunidad.
Si se te ocurre alguna otra opción que no hayamos recogido escríbenos a info(@)cactuscomunicacion(.)es
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