En la era de internet, en la que todos estamos conectados con el móvil a todas horas hasta las ciudades inteligentes, pasando por las empresas, el punto sobre el que hoy vamos a discurrir un poco, debemos ser capaces de adaptarnos a los cambios y llevarlos a cabo de una forma ordenada y eficiente.
La transformación digital es una estrategia para el negocio:
La gestión de la información, la comunicación y atención al cliente, los procesos que abarcan todos los departamentos de una empresa, la flexibilidad para cumplir los objetivos o la innovación de las empresas.
Si le preguntáramos a alguien que no sea especialista en el uso de las nuevas tecnologías seguramente que nos dijera: «creando una web», la persona no iría desencaminada, sin embargo es uno de las muchas opciones que tenemos a nuestro alcance y de las más sencillas para empezar con la transformación.
La web no servirá con crearla y ala ya está hecha la transformación, hay que cuidarla, hay que pensar en cómo estará mejor la distribución del contenido y obviamente debemos tener en cuenta que tiene que ser responsive, es decir, adaptada al móvil porque como sabéis más del 70% de los usuarios se conecta a internet con estos dispositivos.
Otras de las opciones que podemos implementar en nuestro negocio son las redes sociales, de las que hemos hablado ya en varias ocasiones, se supone, porque nos lo han dicho que tenemos que estar presentes en ellas, y muchos tienen sus perfiles, están abandonados, porque no han sabido hacer una buena gestión de los contenidos o la creación de los mismos.
A los usuarios cada vez nos cuesta leer más contenidos difíciles y extensos, preferimos pequeñas piezas audiovisuales que nos ofrezcan o aporten la información necesaria, y aunque pensemos, qué difícil, ¿De qué hablo en mis vídeos? o ¿de qué escribo en mi blog? es todo mucho más sencillo de lo que parece, como ya sabéis el contenido de las redes sociales debe ser acorde con la estrategia del negocio y coherente con los valores de la marca, bien porque se usen para conseguir notoriedad o bien porque sea el canal de ventas principal, siempre irá ligado a una estrategia de negocio.
A la hora de crear el contenido podemos fijarnos en lo que hacen otros, aunque lo más efectivo y eficiente es tener nuestra propia estrategia y llevarla a cabo de forma ordenada. Al fin y al cabo, esto de la transformación digital va de conseguir ser más eficientes gracias a la tecnología que ha irrumpido en nuestras vidas y forma de vivirlas.
La posibilidad de trabajar cuando y desde dónde queramos es una opción más para hacer que nuestro trabajo sea más práctico, sin embargo, a día de hoy, son muchos los que todavía siguen con rutinas pesadas basadas en horarios poco flexibles, al menos para el que tiene que trabajar, bien por los prejuicios o por la falta de conocimiento de las herramientas disponibles. Desarrollar un trabajo de forma telemática puede ser muy fácil si sabemos cómo implementar y gestionar este sistema en nuestras oficinas o locales.
Tanta información nos puede volver locos.
Además de estar presentes en el entorno on.line la transformación digital de una empresa pasa por conocer a los clientes y a la audiencia, hoy en día con la aparición del Big Data podemos analizar y clasificar la información que nos parezca útil en lo relacionado a la conducta de un grupo de gente, esto nos permitirá adelantarnos a lo que nos piden, crear contenido o saber qué hora es la mejor para publicar en nuestros canales habituales. A nadie se nos ocurre llamar a un fijo, salvo una urgencia, en la madrugada, sabemos que molesta, pues en las redes sociales pasa algo parecido, debemos saber a qué hora es la menos molesta para que además nos hagan caso en lo que publicamos.
Todo esto que suena tan bien, a veces se hace difícil de cambiar, por lo general no nos gustan los cambios, los vemos más bien como problemas que como oportunidades y esto se debe a que hasta hace muy poco no existía una cultura digital de la empresa, no estábamos (algunos ni están) para afrontar este tipo de cambios, que sin duda ayudarían a que nuestro negocio evolucione y gire al mismo tiempo que la sociedad.
La base para la transformación digital se enmarca dentro de la estrategia global de un proyecto
Debe estar gestionada desde el punto más alto de la empresa y aplicarse en cada uno de los procesos, entornos o canales en los que la empresa está presente para que realmente sea una transformación completa, no vale sólo con tener un web en la que indicamos dónde estamos, qué hacemos y poco más, hay que alimentarla de contenidos, de funciones para los públicos con los que nos relacionamos, ya sean proveedores o clientes.
Los emprendedores son los que poco a poco van cambiando estas normas y pautas de comportamiento, los dinosaurios de los negocios (por el tiempo que llevan desarrollando sus actividad empresarial) deben rodearse de los primeros, y entre ambas generaciones conseguir mejores ventas, mayor flujo de conversaciones con los públicos y conseguir una filosofía de trabajo adaptada a las nuevas tecnologías en concordancia con la empresa y flexibilidad para los trabajadores o colaboradores de una empresa. Es decir compartir experiencia, conocimientos e ideas que aporten opciones que les ayuden a mejorar a ambos.
Empezar todo el cambio no es fácil, tampoco es un trabajo puntual que en un semana esté realizado, sino que es un trabajo que debe perdurar y actualizarse al mismo tiempo que van ocurriendo otro tipo de cambios en la sociedad, es decir, debemos estar informados y saber exprimir al máximo esa información. Si tienes alguna pregunta envíanosla, si quieres hacer una transformación digital no te agobies y ponte en contacto con un profesional.
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