Esta herramienta, Google Adwords, es un intermediario que gestiona publicidad digital en diferentes soportes y canales. Es uno de los productos que más ingresos aporta a nuestro amigo Google. ¿Recordáis los clasificados de los periódicos? Podríamos decir que por su estructura y función se parecen bastante. Un copy pequeño que tiene un objetivo informativo y persuasivo y puede ir acompañado de una imagen, en el caso digital, añade un link que amplia otra información, normalmente en una landing page. Aunque las semejanzas son plausibles, las opciones que nos ofrece Google Adwords, son mucho más enriquecedoras para la publicidad.
Una vez, que una marca (comercial, personal o social) decide realizar una campaña de Google Adwords lo primero que debe hacer es Identificar sus necesidades y para ello es bueno que tenga muy claro y definidos los productos o servicios qué ofrece, quién es su público objetivo y por supuesto qué objetivo tiene con el mensaje que pretende lanzar. (notoriedad, acción del usuario, reclutamiento…) dependerá del tipo de marca con la que se trabaje será uno u otro.
Una vez que pensamos todo esto, debemos pasar a la siguiente cuestión. ¿Cuánto me va a costar? pues dependerá de la amplitud del objetivo, si queremos contarles a 1.000 personas lo que hacemos o a 1 billón. Una vez que el marketing me ha dado todas las claves, la comunicación tendrá que desarrollar el mensaje según los intereses y presupuesto deberá desarrollar el concepto publicitario y adaptarlo a todos los formatos de la red display de Google. En la imagen inferior se puede ver los diferentes tamaños disponibles (las medidas están en px) pincha aquí si quieres una plantilla:
Una de las ventajas de este tipo de publicidad es que nos permite obtener mucha información de los clientes, según sus hábitos y que nos pueden dar pistas para otras acciones más interactivas o cercanas. Cuando nos dicen «invierte en publicidad» se nos pasa por la cabeza cantidades astronómicas, pensamos que la costosa publicidad de la televisión también lo será en internet. Y en realidad dependerá del alcance y saber hacer de los que la desarrollen.
Si bien es cierto, para negocios pequeños, los que visitamos en nuestra rutina diaria, tienen oportunidad de llegar a quiénes no les conocen por internet, ¿o pensáis que un turista no navega por internet? tanto o más como lo hacemos nosotros si nos vamos de vacaciones 🙂 Y con pequeñas, planificadas y creativas inversiones en publicidad digital, podríamos ampliar el número de clientes que se acercan a nuestros negocios.
El verano puede ser una buena época para probar el apasionante mundo de la publicidad digital, con costes no demasiado altos y retorno favorable. Otra ventaja más es que puedes estar comprobando si funciona o no, desde el minuto 1 que distribuyes tu mensaje que lo podrás editar tantas veces como quieras.
Este tipo de publicidad nos gusta llamarla pasiva, eso sí, si ha planificado bien con anterioridad, es decir, se han establecido los objetivos, definido el mensaje, ideado el concepto, creado la landing page (no es obligatoria, pues puede ir dirigido a la web). En fin, suena bastante bien en general, puedes empezar este verano y probar si te gusta o no 🙂 Siempre con precaución, asesórate con profesionales y no con tu cuñado 🙂