La gamificación es el proceso de aplicar dinámicas de juegos a la resolución de problemas o creación de ideas en un entorno no lúdico como puede ser un negocio o un equipo de trabajo. Como ya hemos hablado en otras ocasiones de esta herramienta, hemos creado este esquema para saber en el contexto en el que estamos:
Las dinámicas de un juego son aquellas que nos motivan a seguir participando, a lograr los objetivos, son muy variadas: la competición, la recompensa, alcanzar un estatus, conseguir logros o expresar nuestra identidad son algunos de ellos.
La competición
El ranking o la clasificación en un determinado juego es lo que hace que algo sea competitivo, es decir, para que exista la competitividad es necesario algo que determine quién es el que va ganando o cómo has evolucionado a lo largo de la competición, participando y si eres mejor que otros ganando.
En el caso de la gamificación podemos crear rankings según el número de veces que haya participado un usuario en el blog y ofrecerle como recompensa un descuento o un regalo.
La recompensa
El premio es un gran motivador para la realización de algún cometido. Muchos con saber que lo han hecho mejor pueden tener suficiente, sin embargo, muy pocos son los que se conforman con un mero reconocimiento.
La recompensa si hacemos gamificación en un empresa puede ser muy variada. Una acción que se lleva haciendo desde hace muchos años son las tarjetas de puntos, las tarjetas para fidelizar y que tenemos a pares en nuestras carteras, cada vez que hacemos una compra, añadirán a nuestra cuenta un número determinado de puntos que con el tiempo y seguramente un mínimo de ellos podremos conseguir algo a cambio de ellos.
Alcanzar un estatus
Al jugar nos gusta ver nuestra evolución, ya sea por los puntos, los niveles que se pueden adquirir o por el reconocimiento, esto hace que nuestra autoestima se eleve y así las ganas de seguir jugando, nos enganchamos a los juegos que nos hacen ver que sirve de algo y que debemos seguir jugando para llegar a lo más alto.
Conseguir logros
Puede parecer similar a la recompensa, sin embargo en la recompensa nos llevamos a cambio algo más que la satisfacción de haber conseguido lo que nos proponemos. Este tipo de dinámicas están presentes en algunas redes sociales, por ejemplo, Foursquare, que nos ofrece badges (medallas) por haber ido haciendo check-in en diferentes sitios, y si además somos la persona que más ha hecho check-in en un sitio lograremos ser el «alcalde» de ese lugar. También iría un poco vinculado a alcanzar un estatus, conseguir un «puesto político» ficticio.
Expresar nuestra identidad
Jugar nos permite mostrar nuestro estilo o nuestra personalidad, algunas de las decisiones que tomamos aportan mucha información sobre nuestra forma de jugar y por ende de trabajar. Creamos estrategias que demuestran el tipo de personalidad que tenemos y cómo la desarrollamos según cada problema o la circunstancia en la que nos encontremos en un momento determinado.
Para qué sirven las dinámicas de juego
Cada una de las dinámicas son flexibles y complementarias entre sí, nos permiten fijar una estrategia global para una empresa. Crear vínculos con nuestros clientes y fidelizar son dos máximas que debemos pretender alcanzar en nuestro ciclo de negocio, al fin y al cabo, sin clientes no somos nadie.
Debemos ser capaces de aportar al proceso de compra alguna de las características sobre las que os hemos hablado, tanto para interactuar con nuestros clientes como con otros públicos: trabajadores, colaboradores, proveedores.
La dinámica en la gamificación
La gamificación como decíamos al principio es un técnica que favorece la resolución de conflictos o de circunstancias concretas utilizando diferentes elementos, el tipo de juego que seleccionamos para hacerlo además debe tener una serie de canalizadores que permitan la motivación de los participantes, así como la posibilidad de mejorar. No es un entorno lúdico por lo que tendremos que cuidar muy bien los pequeños detalles, la equidad, el sistema de puntuación o el método de juego/trabajo.
¿Debo aplicar gamificación a mi negocio?
Pues aunque no te lo creas, quizá ya lo estés poniendo en práctica y lo llames de otra forma, si animas a la gente a que compre cupones, si les entregas tarjetas para que llegado un determinado número de compras les des algo a cambio, o si realizas un sorteo en las redes sociales, estarás haciendo gamificación, aunque no a un nivel experto. La gamificación es aplicar técnicas de juego a la empresa para mejorar los procesos o las ventas o motivar al equipo de trabajo.
Según como sea tu empresa tendrás que adaptar las reglas de los juegos o hacer variaciones sobre el mismo, cada pequeño comercio tiene unas características y un tipo de público diferente por lo que podremos utilizar el mismo juego pero con diferentes reglas u objetivos.
Si tienes alguna pregunta sobre este tema háznosla llegar a nuestro mail, en el blog no siempre escribimos todo lo que podríamos por falta de tiempo y por no aburriros con tantísima información 🙂 y si te ha gustado o crees que le puede resultar interesante a alguien ¡Comparte!
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