Cuando se escribe un blog de forma más o menos periódica, una, dos o tres veces a la semana, ya hemos visto cómo podemos hacer para planificar el contenido de las redes sociales, pero ¿Qué pasa cuándo nos surgen imprevistos?
Puede que seamos personas muy metódicas y organizadas que preparan con bastante antelación lo que van a contar en su blog, porque han sabido hacer una estrategia para sus redes sociales, pero esos, por lo general, son pocos. Normalmente cuando tenemos la obligación o el objetivo de crear un blog es para contar lo que nos sucede, lo que nos preocupa o lo que vendemos, y no siempre tenemos todo el tiempo del mundo para preparar la redacción de las 400 palabras de media que nos hemos puesto como objetivo.
Por lo general, en el pequeño comercio, la persona que se encarga de actualizar el blog o las redes sociales es la misma que se dedica a vender, a crear la imagen de la empresa, a ir a los eventos, se encarga de la parte financiera y así hasta el infinito. Si además de nuestro negocio tenemos otras necesidades o responsabilidades familiares puede que sino tenemos bien organizado nuestro contenido nos pille el toro.
¿Qué podemos hacer cuando nos surge un imprevisto?
Podemos REPUBLICAR algún contenido antiguo, bien porque cambiemos las imágenes, o añadamos algún comentario más, una forma de optimizar además el contenido que hemos escrito para otras ocasiones. Republicar no es publicar tal cual lo que hayamos preparado antes, sino con algún matiz novedoso o diferente.
Podemos utilizar el contenido de una de las entradas antiguas para elaborar una infografía que explique lo mismo pero de otro modo.
Podemos publicar contenido de otras personas, u otros blogs, eso sí en este caso debemos citar la fuente de la que hemos sacado la información, porque a nosotros tampoco nos gustaría que la gente publicara algo que nosotros hemos creado o que nos hemos inventado en su blog sin citar que es nuestro, nos podría molestar.
Usar la aplicación del móvil para sobre la marcha publicar algo que se nos ocurra y que pueda además ser de interés para nuestros público.
Podemos explicar lo que nos ha pasado y por lo que no hemos podido compartir con los demás, desde luego que no hace falta publicar los detalles, sobre todo si el tipo de circunstancia es personal. Más que nada por la privacidad y esas cosas.
Si el motivo ha sido un viaje podemos compartir dónde nos vamos o incluso subir alguna imagen del sitio en cuestión en nuestras redes sociales.
Podemos publicar algún vídeo o imagen de otro que apoye nuestro discurso en las redes sociales, que complemente a la estrategia de contenidos que realizamos mes a mes.
¿Nos lo echará alguien en cara?
Salvo que seamos personas muy influyentes o importantes o que nos debamos a un jefe, que es quién pone las normas, raro será que alguien te juzgue por no subir contenido en tu blog o web, no somos esclavos de las nuevas tecnologías y tampoco queremos convertirnos en ello. Era lo que faltaba, si un día de los seleccionados para publicar en tus redes sociales no puedes publicar, tienes la opción de cambiar los días, las estrategias para las redes sociales son, o al menos deberían ser, flexibles. Las circunstancias cambian, el contenido también y sobre todo lo que quieren los usuarios, para ello tendremos que estar al tanto de lo que leen, comparten o siguen en sus redes sociales.
De tal forma, conseguiremos adaptarnos, reflexionar mes a mes sobre lo que estamos haciendo o sobre lo que queramos hacer. Eso es parte de las obligaciones y responsabilidades que tienes que trabajar día a día porque al final no se trata sólo de estar en las redes sociales, sino de estar bien, de estar a gusto y que a los demás les interese lo que hemos o vayamos a publicar.
¿Y si no son circunstancias?
Si el problema que tienes es la pereza, contra eso no podemos hacer nada, una cosa es que tengas un imprevisto en el día a día, que a todos nos puede pasar, desde pinchar una rueda, a que se ponga malo el niño o por irnos a un caso más extremo a un fallecimiento. En cualquiera de los casos hay una justificación, pero ¡ay amigo! como el problema sea que procrastinas una y otra vez con tus tareas de publicación de contenido, la solución puede ser contratar a alguien que se encargue de crear ese contenido conforme a la rutina marcada por la estrategia de las redes sociales.
Como veis hay muchas opciones para subsanar los imprevistos de una forma sencilla y más o menos rápida, sin embargo, la mayoría de los blogs o de las webs se dejan de actualizar por la falta de tiempo, porque se les acaban los temas sobre los que hablar, o que les de una pereza increíblemente asombrosa, digo asombrosa porque si el negocio es nuestro tendremos que ocuparnos de atenderlo o pagar porque nos lo tengan atendido.