Desde un punto de vista histórico, la primacía de la imagen es clara, sólo hay que pensar en ese hombre de Atapuerca que con los escasísimos recursos con los que contaba pintaba con detalle los animales que le rodeaban o escenas de la vida cotidiana como las jornadas de caza en grupo. En estas imágenes se representa el modo en el que entendían nuestros antepasados el mundo que les rodeaba.
Desde un punto de vista antropológico, sabemos que la vista llega antes que las palabras. El niño mira antes de hablar. Explicamos con las palabras lo que vemos en imágenes. Las imágenes son modos de comunicación, constituyen un lenguaje propio, el cual hay que aprender a descifrar.
Las imágenes pueden tener diferentes funciones:
- Función fática: marca el grado de acercamiento entre emisor-receptor. Pretende llamar la atención y que el público se implique mediante el uso del contraste.
- Función poética o estética: son las imágenes que consideramos artísticas o que van con el arquetipo de belleza.
- Función referencial: se utilizan imágenes para apoyar un texto. Pretenden informar.
- Función metalingüística: hace referencia al código. Se debe de conocer el código para darle significado. El mensaje debe ser claro y enfocado hacia las personas que lo van a recibir.
- Función emotiva: son imágenes utilizadas con finalidad sentimental y tienen por objeto transmitir emociones.
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- Función descriptiva: información objetiva y descriptiva sobre aquello que está representando.
- Función conativa o simbólica: Su objetivo es convencer. Induce a realizar algo.
El proceso de comunicación está intimamente relacionado con las imágenes, pues cada una de estas funciones tiene su referencia en cada una de las partes que compone el proceso. Y por tanto tendremos que saber seleccionar el tipo de imagen que acompañará a nuestros mensajes dependiendo de lo que queremos transmitir o comunicar en una campaña determinada.
La imagen en la publicidad tiene un papel fundamental pues las funciones son informar, entretener y aportar confianza al consumidor. Para ello la creatividad con la que tratemos la campaña así como una serie de requisitos, normas y relevancia juegan en la misma batalla en la de sorprender a los públicos objetivos a los que esté dirigido.
Si estás pensando en crear una campaña de publicidad o un plan estratégico de comunicación escríbenos porque ya sabes «con cada presupuesto nace un unicornio» 😉
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